TORNEO APERTURA

Cerro Largo venció 2-0 a Wanderers en el Estadio Antonio Ubilla por la fecha 11 del Torneo Apertura. En un partido reñido, el conjunto de Danielo Núñez dio una muestra de efectividad y se terminó llevando los tres puntos: el primer gol lo anotó Ángel Cayetano, que tras un centro preciso desde la izquierda marcó de cabeza la ventaja para el arachán.

A un minuto del cierre del tiempo reglamentario, Paiva construyó una obra de arte dentro del área y, luego de un remate cruzado, estampó el 2-0 final. Con este resultado, el vencedor llegó a las 14 unidades e igualó la línea del bohemio en el Apertura.

En los primeros minutos el bohemio comenzó haciéndose cargo de la posesión de pelota y a los 18 minutos tuvo una cancha clara: Rolón levantó un centro desde la izquierda y López alcanzó a cabecear en el segundo palo, pero la pelota se fue desviada y no inquietó al arquero Bentancur.

En el cierre del primer tiempo, el conjunto arachán casi se pone en ventaja: tras un centro desde el sector izquiero que creuzó toda el área, Paiva encontró la pelota en el área chica y llegó a desviarla, pero De Arruabarrena estuvo atento y atajó lo que habría sido el primer gol del partido.

A los 59 minutos de juego el elenco de Daniel Núñez se puso en ventaja: un centro preciso de Pereira desde la derecha generó la llegada de Ángel Cayetano, que remató de cabeza y venció al arquero bohemio.

A los 81 minutos, Rivero ganó en las alturas y le cedió el balón a López, que una vez dentro del área se dio media vuelta y remató, pero la pelota rebotó en el defensa rival y se extinguió el peligro. En el cierre del partido el equipo de Carreño hizo méritos para encontrar el empate, mientras que el local, ya conforme con el resultado, se abroquelo en el sector defensivo para cuidar el resultado y buscar algún contraataque letal.

A seis del cierre, Otormín aprovechó una pérdida ofensiva de Wanderers y llegó en posición de remate al área, pero se resbaló justo antes de rematar. Cuando parecía que los de Carreño se aproximaban a la paridad, el local sorprendió: a los 89 minutos Paiva recibió un balón aéreo dentro del área, giró en su propio eje con la pelota en su dominio y, en un solo movimiento, se quitó de encima la marca de Monzón. Luego completó la obra de arte con un remate cruzado que resultó inalcanzable para De Arruabarrena.