PEÑAROL

Cristian Rodríguez consiguió ritmo, su mejor promedio goleador y se hizo aún más jugador

Pocos imaginaban allá por enero este presente de Cristian Rodríguez. No solo porque logró dejar atrás las lesiones que lo tenían a maltraer en las últimas tres temporadas, sino porque además lo hizo en otra función dentro del campo de juego.

Leonardo Ramos vio la veta a comienzos de este Clausura y lo puso por el centro de la cancha junto a Walter Gargano. Lo sacó de la banda, la posición que ocupó a lo largo de toda su carrera, y lo transformó en el conductor de este equipo que ganó el certamen de punta a punta y hoy ya está en la definición.

Lleva la cinta, lidera al plantel dentro y fuera del campo y lo más importante de todo es que en esta nueva función, le agregó algo más a su juego: el gol. En este año en Peñarol, contando Uruguayo y Libertadores, marcó 14 tantos en 32 encuentros, lo que le da un promedio de 0,43: ¡casi medio gol por partido! Una cifra muy alta para un futbolista que está más abocado a la creación y generación de juego que a la definición y que en sus anteriores equipos jamás se caracterizó por llegar con tanta asiduidad al arco contrario.

Alcanza con ver los números. En su primer pasaje en Peñarol, anotó cinco goles en 50 encuentros (un promedio de 0,1), en PSG tres en 50 (0,06), en Benfica siete en 36 (0,19), en Porto 17 en 123 (0,13), en Atlético Madrid siete en 98 (0,07) y en Independiente tres en 35 (0,08). En Parma y Gremio no festejó en seis y tres encuentros respectivamente.

Yendo por adentro, el u201cCebollau201d lógicamente no tiene el ida y vuelta que lo caracteriza, pero le otorga al equipo otro tipo de respuestas que no encuentra en esa posición: un futbolista que no solo colabore en la marca, sino que maneje los tiempos de un partido, ponga el pase justo para los delanteros y se anime a rematar de larga distancia. Claro, el trabajo que hace el u201cMotau201d a su lado es clave para que el lacacino pueda tener este nivel. Este doble cinco le dio a Peñarol el equilibrio que tanto se le reclamó en la primera parte del año cuando se le terminaron escapando una serie de resultados que lo sacaron de la pelea tanto en el Apertura como en el Intermedio.

El 2017 le vino bárbaro. Volvió al club de sus amores, lo acobijaron y recuperó su nivel físico y futbolístico. Se calzó la cinta de capitán y también en este semestre se dio el gusto de convertir su primer gol clásico. Conoció una nueva posición en la cancha y sumó el mejor promedio goleador de su carrera. Está mejor que nunca. Se hizo un lifting. Y a menos de un año del Mundial...

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- Torneo Apertura: Fue de menos a más, ya que llegaba de un largo período de inactividad. En total, disputó 12 encuentros (823 minutos) y convirtió en tres ocasiones: ante Wanderers, Fénix y Plaza Colonia.

- Torneo Intermedio: Ya asentado en el equipo y con continuidad, disputó cinco encuentros (un total de 336 minutos). Además, volvió a convertir tres tantos: contra Rampla Juniors, Plaza Colonia y Liverpool.

- Torneo Clausura: En su nueva función, tuvo su mejor versión a lo largo del año. Jugó nueve partidos (690 minutos) y marcó siete goles: ante El Tanque (x2), Wanderers, Nacional, Plaza Colonia y Cerro (x2).