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En casa: "Guti" tomó aire y volvió

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Álvaro Gutiérrez posó en la puerta de su casa. Foto: Fernando Ponzetto
FERNANDO PONZETTO

Tras seis meses dirigiendo al Al Shabab de Arabia Saudita, Álvaro Gutiérrez está en paz: “Nos revolvimos”, admitió

Estuvo poco más de seis meses dirigiendo al Al-Shabab de Arabia Saudita. Hoy el "Guti" recarga las baterías en su hermosa casa del Prado, la que compró casi derruida y refaccionó, en gran parte con sus propias manos. "Rústica, como me gusta a mí", aclara el entrenador, que tomó a Nacional tras un 5 a 0 clásico en contra y lo sacó Campeón Uruguayo de la temporada 2014-2015.

Ahora está abocado a construir una casita en el árbol para Guadalupe, la más pequeña de la familia. Y se pone al día con Federico y Santiago, llevándolos a sus respectivas prácticas. El mayor juega en la Cuarta de Defensor Sporting y el más chico en la Séptima de Nacional.

"Estoy muy contento de estar de vuelta. Cuando llegan estas propuestas, como la que me llegó a mí, uno va dispuesto a hacer un sacrificio, pero se hace difícil estar lejos de la gente querida y más en un país donde las costumbres son tan diferentes", reconoció el "Guti", quien se fue para ganar cuatro veces más de lo que percibía en Uruguay habiendo salido campeón.

"El contrato era por dos años, porque había un proyecto importante por delante, pero después, durante los meses, fueron surgiendo piedras en el camino. Los nuevos dirigentes, o la administración del equipo como le dicen allá, se encontró con más deudas de las que les habían dicho que existían. Entonces, cuando necesitamos hacer una inversión para reforzar el plantel, no fue posible", relató.

Lo que cuenta Gutiérrez resulta difícil de comprender de este lado del mundo. "Es como todo. Dinero hay, pero nuestro club no era de los más grandes, es el quinto o el sexto de Arabia Saudita. Hay cuatro equipos muy grandes. El Al-Shabab tiene un príncipe y esos otros tienen ocho cada uno. Y esa es la diferencia. Mientras un príncipe pone dos millones de dólares por mes, los otros tienen presupuestos de dieciséis millones. Tienen los mejores jugadores sauditas y los mejores extranjeros", resumió.

Aun así, los primeros cinco meses de Gutiérrez y sus colaboradores fueron muy buenos. Hicieron una gran pretemporada en Holanda, donde ganaron cinco de los seis partidos que jugaron y empataron el restante. "Y luego, durante cuatro meses, fuimos invictos. Ganamos los dos partidos de Copa y clasificamos a las semifinales. Y en la Liga veníamos terceros, a tres puntos del líder, pero hubo una semana que fue fatídica", admitió en referencia a la racha de lesiones que azotó a su equipo.

"Entre ellos el capitán, que era muy importante; a un 10 que habíamos traído como refuerzo y un punta por derecha. Y eran todas lesiones de gravedad, nos vimos muy mermados".

El último mes fue tremendo, jugaron siete partidos y perdieron seis. "De todas formas me fui muy contento. La experiencia fue muy positiva y nunca me arrepentí de haberme ido de Nacional. Conocés otras ligas, otras realidades. En la pretemporada en Holanda tuve la oportunidad de estar en contacto con otros técnicos y managers europeos. Obvio que tuvimos que lucharla, porque no es un equipo como Nacional, donde por lo general peleás siempre el campeonato. Sacamos lo mejor de nosotros y nos revolvimos como pudimos. Yo venía de un año de mucha presión en Nacional, por cómo agarramos el equipo y luego con la coronación final. Necesitaba otro aire", reconoció.

"No tengo nada que reprocharle al club, al contrario. Mientras pudieron me brindaron lo mejor y nosotros hicimos lo mismo. Pero llegó un momento, más cuando todas las derrotas se dieron juntas en un mes, que se hizo imposible seguir. Obvio que a nadie la gusta no terminar el proyecto. Yo tenía unas cláusulas muy importantes en mi contrato, pero no las quise hacer valer. No me gusta ser mercenario. Tratamos de llegar a un buen arreglo para las dos partes. Saliendo le saqué presión a los jugadores, un cambio de técnico siempre es aire nuevo y la gente vuelve a ilusionarse. El fútbol es así. Los proyectos son muy lindos, pero hay que tener mucha espalda cuando los resultados no se dan".

Distintas caras: "Mama" y Affonso

Gutiérrez llevó dos uruguayos al Al-Shabab. Diego Arismendi sigue en el equipo, mientras que Mauricio Affonso entrena hasta que se defina su situación. "El Mama era considerado uno de los mejores extranjeros de la Liga y Affonso era el goleador del equipo con seis goles. Pero ellos quieren que el 9 haga de 15 a 20 goles; si no, lo cambian".

La nena quiere volver a Arabia

Guyunusa, la esposa de "Guti", y la pequeña Guadalupe estuvieron un mes en Ryad. Respetaron las costumbres y la pasaron bien. Hoy la niña de cuatro años le dice a su padre que tiene ganas de ir otra vez a Arabia. Los varones iban a ir ahora en las vacaciones de verano, pero cuando empezaron los malos resultados, su padre paró el viaje.

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Álvaro Gutiérrez posó en la puerta de su casa. Foto: Fernando Ponzetto

historiasSILVIA PÉREZ

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