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Capitán cervecero: Pablo Lacoste y sus 10 años en Racing

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El defensa se mandó un golazo de media vuelta en la importante victoria del equipo de Juan Tejera ante Cerro

Pablo Lacoste, el capitán de Racing, no tuvo mucho tiempo de disfrutar de la importante victoria 2-1 conseguida ante Cerro ni de su gol, el que anotó de media vuelta cuando solo iban 7’ de partido. Es que una emergencia familiar lo hizo viajar rápidamente a Salto, donde pasó su día libre preocupado por la salud de su suegra.

“Igual en el final del partido lo pudimos disfrutar con todos los compañeros. Era muy necesario para nosotros ganar el partido. La suma de puntos en la situación en que estamos es fundamental. Y el gol es un plus, un mimo que uno se hace, aunque lo más importante es aportarle al equipo”, dijo Lacoste, quien lleva tres goles en el Uruguayo y dos en el Clausura: uno ante Torque y el del domingo frente a Cerro.

“La jugada es preparada, se gestó en un córner corto que lo tenemos entrenado; luego el desenlace de la media vuelta es más bien personal. Es un tema de resolución, de tratar de resolver rápido dentro del área. Yo soy defensa y sé que la resolución rápida es lo que más nos puede complicar. Trato de pensar cómo puede resolver el delantero y hacerlo de la manera más rápida. Porque es lo más complicado tanto para el defensa como para el arquero, que tiene mucha gente adelante”, explicó sobre su media vuelta, la que culminó una jugada salida del laboratorio de Juan Tejera.

Lacoste conoce bien al técnico, dado que lo tuvo en 2013 cuando Racing logró quedarse en Primera División con Tejera como entrenador. “Ya lo conocemos. Confiamos muchísimo en el trabajo que plantea, en la estrategia y en el grupo. En la etapa anterior también estábamos muy complicados, con la diferencia de que estuvimos un campeonato entero con él, y ahora le tocó venir en este momento. Pero confiamos muchísimo en lograr el objetivo y salvarnos”.

LA CURVA. Lleva 10 años con la camiseta de los cerveceros en el pecho, salvo uno en que jugó en Albania y seis meses en Villa Teresa. Pero no es de Sayago, se crió entre la Curva de Maroñas y Villa Española, donde sigue viviendo hasta hoy. “Estuve desde los cuatro años hasta los 20 en Danubio. Ya formaba parte del plantel principal que dirigía Gustavo Dalto, pero él se fue, vino Martín Lasarte y se me terminó el contrato”, contó.

De todas maneras, no hubo mucho tiempo para lamentarse porque enseguida Juan Verzeri y Sebastián Taramasco lo acercaron a Racing. “Ellos habían trabajado antes con Julio Ribas en Juventud de Las Piedras y me habían querido llevar al torneo juvenil de Viareggio cuando yo estaba en Sexta División, pero Danubio no me permitió ir. Y luego, apenas quedé libre de Danubio, Taramasco me llamó. Me explicó que iba a tener que hacer todo un proceso de adaptación porque ya tenían un plantel formado y jugadores muy importantes como Ignacio Pallas. Y así fui haciendo mi camino en la institución”.

BRAZALETE. Destaca el 2014, con la dirección de Mauricio Larriera, como su mejor etapa en el club. “Todos nos sentíamos muy bien y ahora también estoy atravesando por un buen momento en lo personal, más allá de la lucha por la permanencia, que es dura. Me siento bien con mi rendimiento. Tengo edad de sentirme con madurez y con conceptos mucho más claros que los que tenía años atrás. Además del rol que me toca cumplir, que es de mucha responsabilidad”, dijo sobre el brazalete que lleva hace dos temporadas.

“Se disfruta muchísimo porque siento la confianza y el respaldo de los diferentes cuerpos técnicos que han pasado y de los compañeros que me hacen sentir bien en el lugar que ocupo. Y eso gratifica”, dijo quien cree que su mayor virtud en la cancha es el orden. “Trato de estar siempre bien parado y de que el equipo mantenga un orden. Y siempre busco el detalle en la parte táctica”, explicó.

“Racing es mi casa. Siento un apego muy grande por el club, la formación como profesional me la inculcaron en Racing, tanto los compañeros como lo técnicos y la gente del club. Todo lo mamé en Racing, que es mi casa, mi lugar. Me siento muy cómodo en el club y tengo un sentido de pertenencia muy grande. Lo quiero y lo respeto mucho y trato de que todo el que llega se sienta de la misma manera y que todos tiremos para el mismo lado para que el club pueda seguir creciendo. Año tras años lo viene haciendo y eso me tiene muy contento. La cuenta pendiente es lo deportivo, pero creo que se le va a dar en corto tiempo”, aseguró quien tuvo que soportar las bromas de sus compañeros por el golazo que anotó.

“Por ser poco habitual alguna cargada me llevé, pero reina más bien la felicidad por el resultado. Y cuando es positivo el gol se disfruta más”.

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El capitán de Racing en acción. Foto: archivo El País. 
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Un año en el fútbol de Albania

 En el 2015 Lacoste y Nicolini tuvieron la posibilidad por medio de un intermediario de ir a jugar a Albania, en el Flamurtari. “Tenía contrato vigente con Racing, pero para poder ir tenía que ser libre y me permitieron hacerlo. Fue una experiencia muy diferente, pero muy positiva en lo deportivo, en un lugar totalmente desconocido. La comunicación era muy difícil y día a día luchábamos por la adaptación. Hablan albanés y lo que nos facilitó un poco para hacernos entender fue el italiano. El fútbol de Albania nos sorprendió para bien, sobre todo por la infraestructura y el entorno, pero es muy distinto al nuestro. Es muy dinámico, pero al mismo tiempo medio agresivo, muy físico. La parte táctica casi no la tienen en cuenta. Son desordenados por demás”, contó. Al final de su contrato tuvo una chance de ir a Macedonia, pero cansado de no poder ni hablar con los compañeros, tomó la decisión de volver. Y tras seis meses en Villa Teresa, club al que enseguida aprendió a querer, regresó a Racing.

benjamín

Hoy otro Lacoste, ¡y es zurdo!

Pablo Lacoste es el feliz padre de Benjamín, fruto de su primer matrimonio. El niño, de siete años, sigue los primeros pasos de su padre y juega en Danubio, en la categoría 2011. “No es defensa sino volante. Por suerte juega de mitad de cancha para adelante. ¡Y es zurdo!”, explicó Pablo bromeando.
Hoy el defensa de los de Sayago está en pareja con Catalina, a quien conoció por medio de amigos en común. Y fue la salud de la mamá de Catalina la que lo hizo irse de apuro para Salto.

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