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Candidatura a consideración

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Wilmar Valdez hizo un balance del año en la AUF. Foto: Fernando Ponzetto
Archivo El Pais

Hay clubes que creen que no es sano que Valdez sacrifique su imagen en una derrota política del fútbol uruguayo.

Esta noche se realizará una reunión de representantes de clubes —en algunos casos presidentes y en otros, como siempre, delegados— que se llevará a cabo afuera de la AUF y, dado el motivo central de su convocatoria por parte de los dirigentes que la impulsaron, puede catalogarse como "light", aunque es altamente probable que en el curso de la misma se aborden temas "pesados": de la política interna y externa, nada menos, del fútbol uruguayo.

Concretamente, el encuentro tendrá lugar en la sede de DAECPU, en la Avda. Joaquín Suárez y Evaristo Ciganda; es de carácter informal desde que no se produce en el edificio de la calle Guayabo; y la invitación —definición exacta para el remitido que se cursó a las instituciones el viernes pasado— se formuló para considerar la posibilidad de expresar en conjunto su apoyo (este sí, formal, documentado) a lo actuado por el Consejo Ejecutivo de la AUF en el tema del protocolo de seguridad desde hace ya bastante tiempo a esta parte.

Contrarrevolución.

En lo que respecta a la proyección que puede tener la reunión hacia el ámbito político del fútbol local, surge una primera interpretación, elemental y rápida: al hacerse en la sede de DAECPU y no en la de Rentistas, pues en esta última ensayan "Los Zíngaros", y si se mira atrás y se estima que los "cabildos abiertos" que se hicieron en 2012 en la de Danubio y dos veces en la de los "bichos colorados", fueron el embrión de la "revolución" que desde esos foros planteó varios reclamos al anterior Ejecutivo y, de alguna manera, aunque más no fuera indirecta, formó parte de la presión que meses más tarde desembocó en el fin del gobierno encabezado por Sebastián Bauzá cuando éste renunció a su cargo, la de ahora sería la "contrarrevolución", que respalda al Ejecutivo presidido por Wilmar Valdez, no en vano surgido del club donde en un principio se pensó hacer la reunión de la presente jornada.

En ese sentido, si se parte de la base que el tema original de la convocatoria a la reunión de hoy quedó prácticamente agotado cuando el jueves pasado, enterado de los pasos que vienen dando la AUF y los clubes para cumplir con el protocolo de seguridad, el gobierno nacional pareció emitir señales aprobatorias para el inicio de la actividad oficial del segundo semestre de la temporada, es lógico suponer que las conversaciones del encuentro que se realizará esta noche derivarán hacia otros puntos, que no son colaterales, ni tampoco secundarios.

Por ejemplo, en lo que respecta a la política del fútbol "de entrecasa", hay experimentados dirigentes entre los que promovieron la reunión, que no descartan que exista un cierto vínculo —aunque lejano— entre varios hechos de notoriedad que se registraron en forma aislada, sin aparente conexión entre sí, pero en el apretado y sugestivo lapso de los primeros once días del año:

1) Desde el cuerpo técnico de la selección se reiteró públicamente el malestar por el atraso en el pago de los salarios;

2) La Secretaría Nacional del Deporte emitió un comunicado marcando, también en forma pública, que la AUF y los clubes no habían cumplido con el protocolo de seguridad acordado; y

3) Peñarol fue el anfitrión en Montevideo de una reunión de grandes clubes del fútbol sudamericano donde se manifestaron reclamos y cuestionamientos de orden económico a la Conmebol, precisamente presidida por Wilmar Valdez, aunque —por decisión propia, pues llamó a elecciones para el 26 del corriente— su mandato sea de muy corto plazo.

Detonante.

En ese aspecto, entonces, y en referencia al ámbito local, hay directivos que comparan esa cadena de hechos con los que en 2012/13 también fueron "saltando" como en medio de un campo minado, hasta que el último de ellos resultó el detonante que hizo que el Ejecutivo anterior "volara" en pedazos: el gobierno presidido por José Mujica resolvió no enviar efectivos policiales a las canchas y los intereses deportivos de los clubes llevaron a que las máximas autoridades de la AUF quedaran "en offside" y acorraladas.

En ese sentido, la reunión de esta noche —hasta por la cantidad y "calidad" de los clubes que concurran y los que falten— puede dar una pauta, a efectos de desplegar futuras estrategias, acerca de cuál y cómo es el mapa político actual del fútbol de entrecasa; aparte de que, si es por sacar cuentas "en el aire", vale recordar que la asamblea de clubes necesita 4/5 de los votos para cesar a los neutrales.

Por esto último, asimismo, parece que el tema de la política externa de la AUF puede estar entre los que se consideren hoy en DAECPU; porque el próximo 26 hay elecciones en la Conmebol con dos candidatos, uno de los cuales es Wilmar Valdez, pero la realidad es la que "le pintó" Rodolfo DOnofrio, presidente de River Plate argentino, en un diálogo íntimo a Juan Pedro Damiani: "Pero…¿cómo lo va a votar Argentina (a Valdez), si acá en el Uruguay no tiene apoyo unánime?"

Pit-Cnt.

Más allá de que, aunque no hubiera sido buscado, el efecto internacional del encuentro continental promovido por Peñarol respecto a la candidatura de Valdez a la Conmebol fue similar al de un paro general decretado por el PIT CNT contra un gobierno de izquierda 10 días antes de realizarse las elecciones nacionales.

Así, pues, aunque hay especulaciones que indican que el paraguayo Domínguez tendría 6 países de su lado y Valdez 4, no faltan las reflexiones en el entorno del presidente de la AUF que, aún revirtiendo en forma optimista esos cálculos, trasladan el peso de una realidad de la política del fútbol local a la del sudamericano: "Si Brasil y Argentina no te votan, es como un Ejecutivo que acá no cuenta con el voto de los dos grandes; a la larga, cae…"

Desde ese punto de vista, entonces, hay dirigentes afines a Valdez que consideran prudente que no sacrifique su imagen directriz, en una inmolación que representaría una derrota política del fútbol uruguayo; para lo cual alguno recuerda un dicho de Washington Cataldi: "Es mejor ganar 10 a 0 que perder 9 a 1", lo que habla de la cintura que, el dirigente al que sus allegados llamaban "el Papa", aconsejaba tener en situaciones como las actuales.

Por otro lado, tomando como punto de partida el sano propósito de Valdez, que pudo no llamar a elecciones en la Conmebol, pero eligió hacerlo porque consideró que para hacer las profundas modificaciones estructurales —incluso de los contratos por derechos de TV ya firmados— debe tener un sólido respaldo de la mayoría de los países sudamericanos, también hay dirigentes que lo apoyan, que dudan del costo que puede tener a futuro el hecho de que Uruguay siga siendo el abanderado contra la corrupción, desde que acá surgió el primer gran cuestionamiento público y judicial a la gestión de altos dirigentes hoy encarcelados, ya en el escenario de un triunfo electoral del candidato paraguayo: "Mañana, ¿cómo hacés para ir (a la Conmebol) a pedir contra Brasil no me pongas a este árbitro, si a es al que le estás pidiendo, lo mataste antes?"

El miércoles pasado, Wilmar Valdez le dijo a Ovación desde Asunción: "Bajar mi candidatura de la noche a la mañana sería una falta de respeto para quienes me están apoyando"; pero, justamente, entre los que lo respaldan hay más de uno que considera sano evitarle una exposición que no conduciría a nada. Por lo cual, desde ese ángulo, su declinación a la postulación en la Conmebol, parece al menos probable; y las presencias, ausencias, y conversaciones de la reunión de hoy, pueden dar alguna señal sobre un tema muy complejo. Tanto que en diciembre pasado, antes del sorteo de la Libertadores, al saberse de la candidatura de Alejandro Domínguez, Damiani conjeturó: "¿Por qué otro (presidente) paraguayo? ¿Si no es paraguayo no vale"; y, días después, la movida continental impulsada por Peñarol, debilitó la campaña del uruguayo.

Es que, en el fondo, como sugieren los cálculos prelectorales, tratar de hacer cambios —como quiere Valdez— en las estructuras de Conmebol, pese a todo lo que pasó, es "como sacar al Vaticano de Roma", según reflexionó un neutral de la AUF en voz alta.

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Wilmar Valdez hizo un balance del año en la AUF. Foto: Fernando Ponzetto

WILMAR VALDEZJORGE SAVIA

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