FÚTBOL

La realización de una pelea de boxeo afectó el legendario terreno del estadio londinense, según se vio en la Champions League.

El fútbol moderno deja atrás las más viejas tradiciones. Una de ellas era el perfecto césped del estadio de Wembley. Cuando el público uruguayo vio los partidos del Mundial de 1966 se asombró con esa alfombra verde (aunque la televisión lo mostrara en blanco y negro), con cortes que le daban un cuadriculado muy particular.

El miércoles pasado, si alguien que seguía Liverpool-Nacional por televisión hizo zapping con la transmisión de Tottenham Hotspur-Barcelona por la Champions League pudo hacer una comprobación: el estado del campo de juego de Belvedere era muy superior al de Wembley.

La cancha londinense se presentaba amarillenta y despareja en una gran franja central, consecuencia de la realización de un combate de boxeo. El 23 de septiembre pasado, ante 90.000 espectadores, se enfrentaron por el título del mundo de los pesos pesados el inglés Anthony Joshua y el ruso Alexander Povetkin. El británico venció a Povetkin por nocaut en el séptimo round y retuvo así la corona.

Wembley pertenece a la Football Association británica, pero el Tottenham lo está utilizando para sus partidos de la Champions mientras termina de construir su estadio propio.

Belvedere, en tanto, es un ejemplo de cómo ha mejorado en los últimos años el estado de varias de las canchas montevideanas.