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Un campeonato para confirmar quién es el Gran DT

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Cambio en Nacional: Thiago Vecino por Gonzalo Bergessio
Gerardo Perez

URUGUAYO

La mejor gestión en la utilización de los cinco cambios, regla que en Uruguay será confirmada por el fútbol profesional, influirá en el certamen.

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Una vez que se ponga en marcha el fútbol en Uruguay se desvelará el resultado de la polémica que ya está instalada sobre el peso que tendrán los cinco cambios en la lucha por ganar el Torneo Apertura. Porque si hay algo cierto y concreto, es que las aguas están divididas y si bien hay análisis que sostienen que los poderosos -por el caudal deportivo- seguirán siendo los mismos, también hay teóricos que se ponen del otro lado.

Lo que tiene que ser compartido por ambas corrientes de opinión es que esta determinación de la Internacional Board y la FIFA no es una simple medida más. Quizás hoy se presente como una solución exprés por la larga inactividad que tuvieron los futbolistas, pero tiene pinta de que va a quedarse porque desde hace tiempo que se está poniendo el foco en la forma en la que se puede minimizar la cargada agenda deportiva que tienen los jugadores. Fundamentalmente, porque se persigue el objetivo de reducir las lesiones.

Lo que tampoco es cuestionable es que los cinco cambios serán decisivos. Es imposible no aceptar que van a tener influencia en los partidos cuando se está modificando casi la mitad del equipo titular. Hasta podría variarse de plano la táctica inicial.

Para ser bien concretos: puede iniciarse el partido con una estrategia, pero el número de cambio permitido la puede variar de manera sustancial. Por ejemplo, se puede fortalecer el sistema defensivo o reforzar el mediocampo. Es como entrar en una dimensión nueva, a la que habrá que adaptarse, y quizás la ventaja la termine logrando el que lo consiga antes que el resto.

el cambio

La nueva regla 3

La International Football Association Board modificó, a solicitud de la FIFA y de manera transitoria, la Regla 3 para permitir un máximo de cinco cambios por equipo en aquellas competiciones iniciadas o que vayan a iniciarse y que estaba previsto que concluyeran el 31 de diciembre de 2020.

Con el fin de evitar al máximo las interrupciones, cada equipo dispondrá de tres oportunidades para realizar las cinco sustituciones, que también se podrán llevar a cabo durante el descanso.

O sea, quien se adapte mejor al nuevo concepto de las variantes seguramente tendrá mejores resultados.

Ahora, sin el factor público a favor de los equipos grandes, con todo lo que incluso significa en el reclamo de las jugadas para los árbitros y en el peso emocional para los futbolistas, la determinación de la FIFA y la Internacional Board parece ser un plus para los equipos grandes.

Cambio en Peñarol: Guzmán Pereira por Cristian Rodríguez
Cambio en Peñarol: Guzmán Pereira por Cristian Rodríguez.

Si en condiciones normales la cancha se marca a su favor por las diferencias de poderío que se consiguen con los ingresos económicos, parece claro que el hecho de contar con un plantel más amplio de futbolistas y que sean de igual calidad que los titulares o de diferentes características pero también de gran rendimiento comprobado, entregará chances concretas de sacar ventaja. Y, muy especialmente, en la acumulación de los partidos.

Puede hasta defenderse esta teoría tomando como referencia lo que suele pasar cuando un equipo se ve obligado a rotar sus jugadores para afrontar la doble competencia local e internacional. El peso del dinero (en la formación de los planteles) termina definiendo muchas instancias.

Aquí, en el fútbol nuestro de cada día, quizás sean muchos los equipos que se vean obligados a utilizar valores juveniles, mientras que el recambio de Peñarol y Nacional puede sostenerse con jugadores acostumbrados a los retos de la Primera división.

La mejor explicación posible que puede entregarse para estos casos es que la gran mayoría de los futbolistas que ocupan el banco de suplentes de tricolores y aurinegros sería titular en el resto de los conjuntos.

Ahora bien, también existe un enfoque que desnuda alguno de los problemas que puede llegar a presentarse para los equipos grandes, y especialmente en la definición de los partidos.

Y hay que ser justos y reconocer que es correcto sostener que aquel equipo que tiene como estrategia madre la acción de refugiarse en su campo y se basa en un gran rendimiento físico para cubrir los espacios, se ve favorecido por la posibilidad de realizar cinco cambios.

Con gente fresca para entregar la energía que permita sostener el trabajo defensivo lo que ocurre es que se borra de la cancha la supremacía que imponía el equipo de mayor calidad técnica en los minutos finales. Sin ese desgaste que termina impidiendo realizar buenas coberturas, el bloque recupera su potencial.

Y, en defensa de esta postura, también puede establecerse que los jugadores más jóvenes son los que van a terminar sacando ventaja sobre el resto en el aspecto físico.

Ahora, la gran pregunta es: ¿qué es más determinante? ¿La calidad o el esfuerzo físico?

Quizás la respuesta venga más por el lado de la gestión que puedan hacer los entrenadores. La inteligencia en el manejo del plantel, para que todos puedan jugar y sufrir menos los partidos, para que no se resienta el nivel técnico y tampoco el físico. El éxito también podrá aparecer por la mejor utilización de los juveniles.

Porque tampoco puede cuestionarse el hecho de que el número de jugadores y su rendimiento, con cinco cambios disponibles, será determinante en numerosos duelos del Torneo Apertura.

En definitiva, esta es la gran hora para los entrenadores. Es cierto, tendrán toda la responsabilidad. Pero no menos real es el hecho de que tendrán todo el crédito del triunfo.

por definir

¿Y el banco de los suplentes?

La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) todavía no homologó la recomendación de FIFA de utilizar la modificación en la Regla 3, pero es un hecho que eso terminará sucediendo. Además de que ya existen definiciones concretas al respecto, en la que se incluye las recomendaciones que efectuará la Mesa Ejecutiva, los clubes coinciden que es un elemento crucial para cuidar el estado físico de sus futbolistas. Justamente, son los clubes, en el Consejo de Fútbol Profesional los que tendrán que dar el OK para implementar en el fútbol uruguayo los cinco cambios.

Lo que no está claro, todavía, es que pasará con las integraciones de los bancos de suplentes. Aunque en algunas ligas el número habitual se elevó, en Uruguay ese aspecto parecería no reunir la totalidad de los votos.

Martín Lasarte en el VAR
martín lasarte

Gana el que tiene variantes

Frente a la discusión o disyuntiva que existe sobre el beneficio que entregan los cinco cambios, soy de los que cree que el hecho de tener mayor potencial, en teoría, hace que también tengas mayor potencial en el banco de suplentes.

Es la continuidad del primer juicio: porque deberías tener mayor capacidad en el banco para cambiar algo del partido.

Desde ese lugar, entonces, la posibilidad de tener alguna variante más -en este caso cinco- es lógico que se genere la sensación de que hay un potencial superior frente a un equipo que tiene menos armas deportivas. Si hay casos que se dan en el fútbol uruguayo de equipos que terminan armando el banco de suplentes con algún jugador juvenil de sus formativas porque tienen un plantel menos extenso.

Así que, desde ese lugar, hay un beneficio para los grandes.

Claro que al equipo en desarrollo lo beneficia desde el punto de vista que puede cambiar para ganar oxígeno. Para ganar piernas, como destacó el técnico del Barcelona.

Entiendo que este argumento puede ser considerado relativo, porque esa situación se pueda llegar a dar en los primeros encuentros del campeonato, pero en el correr de los cotejos, con el desgaste natural, todos van a encontrarse en situaciones similares.

Así que, en líneas generales tengo la clara impresión de que esta determinación de la FIFA favorece al equipo que tiene más variantes. Y esos son siempre los grandes.

Gregorio Pérez fue figura en el último Quinquenio de Peñarol
gregorio pérez

No me gustan los cinco cambios

Lo primero que debo decir es que las cinco modificaciones favorecen a los equipos grandes, porque tienen un plantel más amplio.

Si bien esto no quiere decir que alguno de los equipos en desarrollo no cuenten con un plantel que proporcione buenos recambios, en líneas generales el poderío de los grandes les posibilita sacar ventajas. Porque se supone que tienen más variantes y, especialmente, jugadores con diferentes características.

Lo que también quiero dejar en claro, y con gran acento en ello, es que no comparto esta iniciativa de modificar la regla, aunque sea de forma transitoria. Para ser bien claro, no estoy de acuerdo con la decisión de que se incorporen cinco cambios por equipo en un partido.

Desde mi punto de vista esta medida termina desvirtuando totalmente el juego. Es como que todo contribuye a frenar los partidos. Se para el juego para la hidratación de los jugadores cuando hay temperaturas altas, se para el juego por la implementación del video arbitraje, se para el juego porque pueden entrar cinco futbolistas. Es mucho.

Diez cambios en un partido, aunque se hagan en tres interrupciones, frena el ritmo del juego, porque pueden darse dobles ingresos en dos ocasiones de ambos equipos.

Sinceramente, creo que al final de cuentas termina generando mayor perjuicio al espectáculo futbolístico que el beneficio que se buscó cuando se pensó en darle andamiento a la medida.

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