DE VOLEA
DANIEL ROSA
Ya salieron los formularios para que los colegas periodistas voten en la 34ª Encuesta de El País. Tengo aún muchas dudas en mis elecciones, pero hay algo seguro: ni Nacional ni Peñarol se llevarán mi voto al mejor equipo uruguayo.
No me afilio a que el campeón es el mejor. Puede ser el más efectivo, pero no el mejor. Los grandes, con los planteles, presupuestos, comodidades y todo el entorno favorable que tienen deberían estar despegadísimos del resto. Sin embargo no lo están. Han tenido un año de subas y bajas; de rachas: uno le saca siete puntos al otro, pero pierde esa diferencia, la recupera y la vuelve a perder.
De repente con la ley del mínimo esfuerzo les alcanza para ser campeones uruguayos, pero hasta que no haya un verdadero cambio de mentalidad hay que olvidarse de figurar a nivel internacional.
Nacional y Peñarol, en su nivel futbolístico en el plano internacional, son de Segunda División. Y es doloroso escribirlo.
Que Nacional haya sufrido tanto para ganarle a un equipo ya descendido como Rampla y lo peor, que haya recibido tres goles, es alarmante.
Nacional o Peñarol seguramente ganarán el Uruguayo, lo cual no quiere decir que se lo merezcan ni que sean los mejores.