UNA GAMBETA
EDWARD PIÑÓN
============04_Opinión Texto Capitular (12248778)============
Alexander Medina puede celebrar bien por lo alto su aparición como entrenador del primer equipo de Nacional. Después de un comienzo en el que inevitablemente quedó bajo la cruda sospecha de estar apto para ejercer la función que le fuera concedida -por los dos clásicos perdidos de manera consecutiva- los dirigentes y los hinchas pueden estar encantados y tranquilos con el lugar que le fue otorgado al “Cacique”.
Encantados, porque el entrenador trabajó desde el primer día para intentar imponer un estilo de juego provocador de las sensaciones más emparentadas con la historia del club. Pelota al ras del piso, mucha posesión y llegada por afuera.
Tranquilos, porque el conductor consiguió convencer a los jugadores que lo imprescindible era el rendimiento colectivo y que la rotación iba a permitir la participación de todos. Tiene mucho valor porque dominó los egos y controló los enojos.
Asumir, soportar una pequeña tormenta de verano y llegar a levantar la copa es señal de que este “Cacique” sigue teniendo las flechas de oro.