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El volante vio el partido desde la concentración: “por suerte salió todo lo que se había planificado”, dijo
Matías Cabrera fue el gran ausente en el partido de anoche frente a Gremio. El volante, que es el titiritero del equipo violeta, ni siquiera recordaba que estaba suspendido en lo internacional porque lo habían expulsado el año pasado por la Copa Sudamericana frente a Liga de Quito.
Se enteró en los primeros días de la pretemporada, cuando Alejandro Acevedo se lo recordó. Por eso, ya había tenido tiempo de asimilar que se iba a perder justo el partido frente el Campeón de América.
Anoche, Cabrera vio el partido desde la parte alta de la concentración junto a otros futbolistas violetas. Y aunque sufrió, algo que siempre sucede de afuera porque no hay como descargar la adrenalina, también terminó muy orgulloso de sus compañeros que cumplieron a la perfección con el libreto que había planificado Eduardo Acevedo.
“Salió todo lo que se pensó. El partido se planificó exactamente como se dio. Teníamos que esperarlos y robarles la pelota en la zona nuestra cuando pudiéramos. Y salir con Ayrton (Cougo) por izquierda y Facundo (Castro) por derecha”, contó Cabrera.
“Ellos tienen un gran trato de pelota. Juegan muy bien, tranquilos, porque están acostumbrados a que los rivales se les metan atrás. A mí el que más me gusta es Maicon, porque maneja todos los hilos. Capaz que te hace diez pases cortos, pero en el siguiente te lo filtra y se complica”, analizó el volante.
“Nosotros después del gol arriesgamos un poco más”, reconoció quien disfrutó junto a sus compañeros en el vestuario después del partido.
“Nadie estaba eufórico porque después de todo no ganamos, pero sí muy contentos porque las cosas salieron bien. Y obvio que las bromas eran todas para Gonzalo (Maulella), le decíamos que era el de los goles importantes, porque había hecho uno en el mismo arco frente a Danubio”, finalizó.