En su último partido internacional en el Calderón, Atlético de Madrid necesita revertir el 0-3 ante Real.

Hace apenas siete días, tras el duelo de ida de semifinales entre Real Madrid y Atlético en el Bernabeu (3-0 para los locales), quedó la impresión de que la serie estaba resuelta. Sin embargo, y esto es parte del encanto del fútbol, a horas de disputarse la vuelta cualquier aficionado "colchonero" siente, en mayor o menor medida, que el milagro es posible.

En apariencia es como en la película: una misión imposible. "El fútbol es maravilloso porque en ocasiones suceden cosas inesperadas. Todavía tenemos opciones. Vamos a intentar algo imposible, pero como nos llamamos Atlético de Madrid podríamos ser capaces". Estas fueron las palabras de Simeone no ayer, sino justo al terminar el duelo de ida. Era consciente de que, por mucho que le doliera en ese momento la derrota, tenía que enviar un mensaje alentador para la vuelta.

Más alicientes y mística no puede tener la cita: es un derbi entre los dos viejos rivales de la ciudad de Madrid por el pase a la final de la Champions League, justo donde ellos se han encontrado dos veces en los últimos tres años con triunfo "merengue". Y por si fuera poco, el de hoy será el último partido europeo que se disputará en el Estadio Vicente Calderón. El feudo rojiblanco, que este año cumplió 51, será demolido al final de esta temporada y el equipo mudará su hogar al Este de Madrid, al nuevo Metropolitano.

Diego Godín volverá a liderar hoy la zaga del Atlético. Si el "Faraón" está a su nivel, todo el Atlético está al suyo. Lo dijo el "Mono" Burgos (segundo al mando tras el "Cholo") en su entretenida entrevista en el diario El Mundo hace unos días: "Si Godín está bien, el equipo está bien".

Enfrente, el Real Madrid llega seguro de su ventaja y de su rendimiento: suma 60 partidos al hilo anotando y si lo logra hoy en casa de su vecino no solo sellaría su billete a Cardiff sino que alcanzaría el récord histórico del Bayern de Múnich (61).

La clave de que se mantenga favorito en Liga y Champions League ha sido su poderoso plantel, dividido en dos bloques: uno para jugar el torneo local (Isco, Asensio, Kovacic, Lucas Vázquez, James Rodríguez,…) y otro para el internacional (CR7, Bale, Benzema, Keylor Navas, Modric, Kroos…). Y lo curioso es que el "equipo b", el que forman los teóricos suplentes, viene goleando y jugando casi mejor que la "oncena de gala", lo que además de muchos debates crea una sana competencia de la que se beneficia su entrenador, Zidane, y por supuesto el colectivo.

JORGE ALDEA

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