SELECCIÓN

El capitán de la Sub 20 fue convocado por Óscar Tabárez por las lesiones; es zaguero, pero puede jugar en el lateral. 

Las lesiones de Diego Godín y de José María Giménez provocaron que Óscar Tabárez convocara ayer por la tarde a Bruno Méndez, el capitán de la selección Sub 20, para jugar los amistosos del 16 de noviembre contra Brasil y del 20 frente a Francia. Sorpresa para muchos, desconocido para otros y una afirmación para algunos, principalmente los hinchas de Wanderers que lo ven jugar con asiduidad.

Méndez, del barrio Malvín Norte y de 19 años, es un futbolista con mucha personalidad, que juega como defensa central, pero que también lo puede hacer como lateral derecho, el puesto en el que inició con Fabián Coito en la selección Sub 20.

“Realmente fue una sorpresa, no lo esperaba. Me mandó un mensaje primero Mario Rebollo y después me llamó. No creía lo que me estaba diciendo. Me dijo ‘tengo una buena noticia para darte; mirá que mañana (por hoy) viajás con la selección mayor para jugar contra Brasil y Francia, armá el bolso’”, le contó el zaguero a Ovación, cuando recién había cortado con Coito, quien también lo llamó principalmente para felicitarlo.

“Fabián me felicitó por la convocatoria y me dijo que aprovechara la oportunidad, que a veces las chances llegaban antes de tiempo, cuando uno menos lo espera. El lunes iba a viajar a Chile con la Sub 20 porque íbamos a jugar un amistoso. Ahora tengo que viajar mañana, je. Es increíble”, agregó.

En la mañana de ayer el maestro Tabárez llamó a Coito para consultarle sobre Méndez y preguntarle si no perjudicaba su convocatoria a la planificación de la Sub 20, que se prepara para el Sudamericano en enero.

“Me llamó Tabárez y me preguntó si la citación de Bruno afectaba mucho a la Sub 20. ¡Al contrario! Para nosotros es una satisfacción y un gusto que un chiquilín pueda rápidamente integrar un plantel de la selección mayor, porque también va a ser un motivo de aprendizaje grande que lo va a poder volcar en el grupo de la Sub 20”, analizó Coito.

SU HISTORIA. Méndez nació el 10 de septiembre de 1999 en Montevideo, pesa 77 kg y mide 1.78 metros. No hizo baby fútbol porque desde los cinco a los 12 años jugó en Danubio en AUFI.

Cuando llegó la hora de pasar a las formativas, el técnico de la Séptima División de Danubio no lo tuvo en cuenta, los franjeados lo dejaron en libertad de acción y fue a probar suerte a Wanderers, donde se ganó un lugar.

Hizo todas las formativas en los bohemios y en 2017 fue ascendido por Jorge Giordano, el técnico que siempre tuvo un enorme concepto sobre él.

Debutó en Primera el 19 de noviembre en el triunfo 1-0 contra Rampla Juniors y completó cuatro partidos en el año.

Como Wanderers a lo largo del 2018 tuvo como postura siempre ceder a sus futbolistas citados a la selección Sub 20 a pesar de perder potencial en su plantel principal, Méndez fue a todas las giras con la Celeste, igual que el arquero Mauro Silveira, el volante central Francisco Ginella y el polifuncional Maximiliano Araújo. Ese hecho provocó que se perdiera algunos partidos con Wanderers, donde igualmente jugó 23 partidos, todos ellos como titular.

En los bohemios jugó la mayoría de los encuentros como zaguero, donde plasmó sus condiciones: un futbolista veloz, rápido para anticipar, bueno en el mano a mano y con buen juego aéreo pese a que no es un jugador con mucha altura. Además, se tiene confianza para salir jugando la pelota desde el fondo.

En el histórico 5-0 a River Plate por el Clausura aprovechó un error de Nicola Pérez tras un buen remate a distancia para marcar su primer gol con los mayores. También tiene una expulsión por doble amarilla en el encuentro contra Fénix.

Quienes lo conocen de cerca remarcan su don de gente y su personalidad de líder. No en vano Tabárez vio atributos en él para citarlo en esta importante doble fecha de amistosos, teniendo también otras opciones.
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