TORNEO CLAUSURA

Si la velocidad de Viña permite desequilibrar por izquierda, es la de Brian Ocampo la que lo hace por derecha. El joven mediocampista volvió a ser importante, tal vez un poco más que contra Liverpool, porque esta vez un gol suyo fue el que marcó la diferencia en el partido.

Álvaro Gutiérrez ya demostró, con la vuelta de Guillermo Cotugno al lateral derecho, que respeta mucho a los titulares lo que permite presumir que cuando Matías Zunino esté a la orden irá en el once inicial, pero los rendimientos que viene mostrando Ocampo puede generarle una duda grande al entrenador tricolor.

La principal arma que ha mostrado Ocampo desde que debutó en la Primera de Nacional y que sigue mostrando cada vez que suma minutos es que no solo aporta velocidad, sino que también desborda con calidad y cada vez que le gana la pulseada al lateral, hace un buen aporte en el ataque con centros en los que tanto el domingo, como en la pasada jornada, buscaban a Thiago Vecino dentro del área o a todo el jugador tricolor que se encuentre allí.

Y el gol que marcó en la pasada jornada no fue casualidad y es parte del trabajo, porque Gutiérrez aseguró en conferencia de prensa tras el partido que siempre le piden que cuando los centros llegan desde la izquierda se cierre y se transforme en un delantero más: lo hizo y las consecuencias están a la vista.

En relación a Zunino, quien suele jugar en esa posición, el juvenil puede tener menos marca y un poco menos de retroceso, pero lo que aporta en ataque con su velocidad y despliegue podría abrirle una puerta para los partidos que vendrán por el Torneo Clausura.

Camilo Cándido lo sufrió el fin de semana y Lucas Morales tuvo que padecerlo en la noche de ayer. Ocampo propone un mano a mano en el que saca ventaja y en el que suele aportarle vivacidad a los ataques tricolores.

La última decisión siempre será de Gutiérrez y nadie más que él conoce a sus dirigidos, pero lo cierto es que Ocampo está jugando para no salir.