TRICOLORES

Brian Ocampo es uno de los inevitables jugadores destacados de los dos amistosos que tuvo Nacional. El haber aparecido en los dos marcadores y encima en ambos casos con el mejor gol del partido obliga, pero no solo es por lo vistoso.

El cambio de la forma de juego le permite al talentoso volante, que ayer volvió a jugar en su Florida natal, mostrar su mejor juego. Incluso anoche en el Campeones Olímpicos apareció de forma recurrente por el carril izquierdo, permitiéndole la diagonal hacia adentro que intentó en más de una ocasión para repetir el golazo hecho ante River Plate.

Las dos primeras veces que encaró desde izquierda al medio no le salió. En una de las situaciones su tiro fue sin fuerza y al medio, controlado sin problemas por el golero; en la otra, luego de pasar de largo de la medialuna cedió la pelota hacia la banda y la perdió.

Pero en esta ocasión la tercera fue la vencida y, sin mucho amague o tiempo para la defensa reaccionar, sacó un derechazo fuerte y a colocar que se metió en el ángulo izquierdo de Andrés Cabrera, el tercer golero que tuvo ayer la selección de Florida.

Ocampo es uno de los jugadores que se ve más favorecido por la nueva forma de juego de Nacional y lo está demostrando. Tiene más la pelota y genera más chances. Además, mientras que en 2019 anotó tres goles en casi 1000 minutos jugados, en los dos primeros partidos del año -amistosos- marcó dos en 95’.

El nivel del floridense le está dando un lugar de titular, pero también es una razón más para seguir viendo al “Chory” Castro como mediapunta.