José María Marin, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), fue extraditado ayer desde Suiza a Estados Unidos, informaron autoridades del país europeo, para enfrentar cargos derivados de una investigación del FBI sobre corrupción al más alto nivel del deporte.

El brasileño fue entregado a dos agentes de policía estadounidenses en Zúrich, quienes lo acompañaron en el vuelo hacia Nueva York, dijo un portavoz del Departamento Federal de Justicia y Policía de Suiza.

Marin, de 83 años, comandó los preparativos para que Brasil hiciera de anfitrión en la Copa del Mundo del 2014. Está programado que hoy por la mañana comparezca ante la corte federal de Brooklyn y se espera que se declare no culpable de los cargos de corrupción. Sus abogados en Estados Unidos y Suiza no respondieron inmediatamente a los requerimientos para comentarios.

La deportación del dirigente se da en medio del escándalo de corrupción que asola al fútbol mundial. Un total de 14 personas fueron acusadas de corrupción por autoridades estadounidenses el 27 de mayo, dejando a la FIFA, sumida en la peor crisis en sus 111 años de historia.

Luego de los arrestos, las autoridades suizas comenzaron su propia investigación y el mes pasado abrieron procedimientos penales contra el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, por mal manejo.

Blatter fue suspendido por 90 días por el comité de Ética de la FIFA junto con Michel Platini, presidente de la UEFA y el favorito para sucederlo en la elección del organismo el año próximo.

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