Uruguay y Brasil cerrarán hoy la segunda fecha del grupo B del Sudamericano sub 20. Los antecedentes históricos no son demasiado favorables a la celeste.

El encuentro se disputará a partir de la hora 22.10 en el estadio Domingo Burgueño Miguel, de Maldonado. El DT, Fabián Coito, planea repetir la oncena.

Uruguayos y brasileños se enfrentaron en 29 oportunidades por el Sudamericano Sub 20. Los celestes ganaron cinco partidos, convirtiendo 27 goles; los brasileños vencieron en 11, anotando 42 tantos y los 13 cotejos restantes concluyeron empatados. Uruguay tuvo una racha de varios años sin vencer a Brasil: sumó 28 entre 1981 y 2009, ya que durante ese período, los brasileños ganaron siete encuentros y los otros ocho concluyeron igualados.

Los celestes enfrentan al rival más difícil de la serie. De todas formas, Brasil demostró que pese a tener buenas individualidades en la zona ofensiva, tiene problemas para defender y es un equipo que se pone incómodo cuando no lo dejan jugar. La marca pegajosa de los uruguayos podría ser el principal argumento para cosechar un buen resultado esta noche.

Mauro nació el 30 de septiembre de 1995 en Tropezón, una zona de chacras ubicada a siete kilómetros de la ciudad de Salto. Allí, estudiaba, jugaba a la pelota y ayudaba a su padre en la estancia. Sus rendimientos en el fútbol del interior hicieron que los clubes de la capital posaran sus ojos en él. En 2010, llegó a Defensor Sporting y desde el 15 de septiembre de 2013 juega en Primera. Estuvo en la preselección sub 20 de 2013, vicecampeona del mundo. Ahora, como figura, tiene revancha.

Por la propuesta del DT, la actitud de los jugadores y sus rendimientos, los juveniles dieron señales similares a las de los de Tabárez. El gol de Mauro Arambarri en el final del estreno en el Sudamericano dejó en claro que esta sub 20 de Uruguay tiene el mismo ADN que la selección mayor. No solo por la propuesta táctica con la que Fabián Coito presenta el equipo en la cancha, sino por la actitud de muchos de sus futbolistas y por los valores que tiene incorporados este plantel.

Quién no se acordó del "Ruso" Pérez en cada una de las pelotas que Nahitan Nandez ganó en la mitad de la cancha, para robarse los aplausos del Campus; o de Fernando Muslera en las dos contras que Gastón Guruceaga resolvió con calidad; de Diego Lugano, si cada vez que gritaba Erick Cabaco se escuchaba clarito desde la tribuna; de Martín Cáceres, cada vez que el "Zorrito" Suárez llegó hasta la última línea; de Edinson Cavani, cada vez que Jaime Báez y Franco Acosta tuvieron que retroceder unos metros y dar una mano en la marca; o de Luis Suárez cuando entró Rodrigo Amaral y empezó a llevarse la pelota mientras chocaba rivales y nadie lo frenaba.

Este Uruguay tiene el estilo de Coito, pero mantiene rasgos característicos del de Tabárez. Es un equipo corto en la cancha, solidario, en el que todos corren y se ayudan. Se escalón para defender. Por ejemplo, por momentos Arambarri juega como un volante de marca, metido apenas unos metros delante de los centrales, y después se transforma automáticamente en una especie de enganche. Similar a la función que Nicolás Lodeiro busca realizar en la mayor.

Además, mantienen gestos similares. Los carteles en el vestuario recordando a los chicos que quedaron por el camino en esta sub 20 bajo la leyenda "todos dejaron su huella", se parecieron bastante a los videos o cartas motivacionales de los de la mayor.

Corren, meten y dejan todo, a pesar de no jugar el mejor partido. Es un equipo duro y compacto que primero se preocupa por recuperar la pelota y luego jugarla con los futbolistas veloces que tiene de mitad de cancha hacia adelante. Eso le sale muy bien a esta selección. Jugada la primera fecha, la Celeste fue el equipo que menos faltas realizó: apenas seis en un partido en el contacto fue permanente.

Son otros nombres, recién comienza, pero ya dieron señales y esta sub 20 juega con el corazón de la mayor.

SUDAMERICANO SUB 20ÁNGEL ASTEGGIANTE