Uruguay aplastó a Chile 6-1 y se metió entre los seis mejores del torneo.

Actitud, entrega, concentración, garra, corazón, pero sobretodo fútbol. Muchísimo fútbol. Uruguay deshizo a un Chile que se jugaba su última carta y se metió en el hexagonal final cuando aún resta una fecha para terminar la fase de grupos.

La Celeste lo ahogó de entrada. Con el empuje de la gente, los chiquilines no tuvieron piedad ante una selección que venía arrastrando malos resultados y no daba con pie con bola. De hecho, por momentos lo humilló futbolísticamente en todos los sentidos: por arriba, por abajo, en la jugada individual y a la hora de ganar una pelota dividida. Los dirigidos por Fabián Coito entregaron una lección de fútbol y dejaron en ruinas a una generación trasandina que seguramente quedará marcada por este pésimo Sudamericano sub 20.

En este partido, cuesta encontrar la figura de Uruguay. Mejor dicho, cuesta encontrar algún punto bajo. Es un equipo muy parejo, donde nadie juega menos de siete puntos. A Gurucega cuando lo exigen es figura y cuando le llegan poco, como en esta ocasión, no tiene errores. La última línea es un muro impenetrable y que además, se torna peligrosa en el área rival. Los laterales juegan más en territorio visitante que en el de ellos.

En la contención, Nandez y Arambarri parecen estar hechos uno a la medida del otro. Se comen la cancha. Son dos animales que desorientan al contrario, no los dejan pensar, y como si fuera poco, hacen jugar al resto de sus compañeros. Los que van por afuera, Pereiro y Castro, son los primeros en defender y los primeros en atacar. Realizan un gran desgaste y esta vez, hicieron lo que quisieron. Jugaron a su antojo y le marcaron el ritmo al encuentro. Arriba, fórmula conocida. Ahora, con la virtud de haberse sacado la mufa.

El partido significó otra buena actuación para la dupla Acosta-Báez, pero con el gustito especial de haber convertido luego de dos partidos donde el arco solo se abría para los volantes.

Una vez más, dio placer ver jugar a Uruguay. Y si no, pregúntenle a los hinchas que coparon el Estadio Domingo Burgueño Miguel y se fueron con las manos rojas de tanto aplaudir.

Uruguay ya está entre los seis mejores, con puntaje ideal y apenas un gol en contra. En un grupo que parecía como el “de la muerte”, los chiquilines derribaron todos los pronósticos y llegan al juego con Venezuela con la clasificación en el bolsillo. La próxima semana se vendrá el hexagonal, otro torneo y en otro escenario bien diferente. Arrancan todos de cero, es cierto, pero este equipo tiene enamorado a un país. Ha encontrado una identidad juego que mezcla las raíces de nuestro fútbol, como la lucha y la entrega, con la velocidad y la dinámica que exige el fútbol del siglo XXI. Este equipo ilusiona, y está bien. Hay motivos para creer en ellos.

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Estadio: Domingo Burgueño Miguel

Árbitro: Mauro Vigliano (Argentina)

Uruguay: Gastón Guruceaga; Guillermo Cotugno, Erick Cabaco, Mauricio Lemos, Mathías Suárez; Gastón Pereiro (68' Rodrigo Amaral), Mauro Arambarri, Nahitan Nandez (62' Gastón Faber), Facundo Castro; Jaime Báez y Franco Acosta (83' D. Fagúndez). DT: Gustavo Ferreyra.

Chile: Miguel Vargas; Brayan Vejar, Rodrigo Echeverría, Sebastián Vegas, Luis Pavez; Bernardo Cerezo, Juan Fuentes, Pablo Galdames (28' Ignacio Jeraldino), Bryan Carvallo (76' Iván Pardo), Diego Rojas, José Sierra (67' Leandro Cabral). DT: Hugo Tocalli.

Goles: 19' Acosta (U), 24' Echeverría (CH) en contra y 45'+1 Acosta (U), 66' Pereiro, 82' Amaral (U), 84' Echeverría (CH), 88' Fáber (U)

Amarillas: Fuentes (CH), Pereiro (U), Cabaco (U), Arambarri (U), Amaral (U), Jeraldino (A)

SUDAMERICANO SUB 20ÁNGEL ASTEGGIANTE