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Esta Boca es mía

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Wanderers 1986

Otero, Madrid y Peña recuerdan el “robo” en La Bombonera de 1986.

Pasaron casi treinta años, pero los recuerdos de aquella noche de Copa permanecen intactos en muchos de los protagonistas. Wanderers, que ya le había ganado a Boca Juniors (2-0) en Montevideo, buscaba la clasificación en La Bombonera. Pero no pudo ser. Hizo un partidazo, cayó 3-2 en un partido típico de aquellos años, en donde los arbitrajes terminaban inclinando la cancha para el local, y más si era Boca en su casa.

Wanderers, dirigido por Oscar Alfonso tras el cese del maestro Oscar Tabárez, salió a jugarse la ropa con Celso Otero en el arco, Gonzalo Díaz, Mario Rebollo, Gonzalo Madrid y Mario Delgado; Apraham Yeladian, Sergio González, Enrique Peña y Pablo Bengoechea; Walter Pelletti y Enrique Báez.

"Recuerdo ese partido, claro. Habíamos hecho una campaña valiosa en la Copa. Le habíamos ganado los dos partidos a Peñarol y a Boca en el Centenario. Peleábamos la clasificación a la siguiente fase con River. En aquella época pasaba uno solo. Si no perdíamos en La Bombonera, definíamos con River en el Monumental", rememora Celso Otero, el arquero bohemio, de notable actuación en la Libertadores.

"Llegamos a La Bombonera con toda la ilusión y demostramos que siempre se puede dar el máximo. Para todos era un privilegio estar en un teatro del fútbol de esa naturaleza, teníamos que disfrutar el momento, aprovecharlo y tratar de lograr el resultado", agrega Celso, que también supo dirigir la Reserva de Boca en 2002, cuando llegó a los xeneizes junto a Tabárez.

"Siempre voy a estar agradecido a Boca, un club enorme, pero mi corazón está con Wanderers. Ojalá les vaya bien. Tienen que tener claro lo que significa estar allí y jugar este tipo de partidos. Son irrepetibles por el entorno, por lo que se juega y por el rival que estará enfrente", dice el hoy entrenador alterno de la selección uruguaya.

"¿Si lo hablamos con Mario (Rebollo)? No... por ahora no. Hemos hablado de cosas más recientes, vinculadas a la selección, quizás en estos días recordemos algo de ese partido con Boca", asegura Otero.

"Me acuerdo que hubo un montón de minutos de descuentos, y que en la hora le atajé un penal a Tapia. Lo rechacé al córner y de ese tiro de esquina llegó el tercer gol de Boca. Fue injusto, muy injusto", lamenta aún hoy.

Pero no es el único que mantiene frescos los recuerdos, Enrique Peña también.

"Fue el primer robo que sufrió en el fútbol. Tremendo ¡¿quéee?! ¿siete minutos? dejáaa... fueron como 15 minutos de descuento. Era hasta que ganara Boca. Fue terrible. Nos cobraron un penal, nos echaron a dos, y el juez nos metió adentro del área. Me acuerdo que Luisito (Noé, aquel ingresó en el segundo tiempo) la rompió. Hizo un partidazo. Fue imparable. La Bombonera rugía, estaba repleta, ¡era divino! para colmo, mis viejos habían viajado a Buenos Aires y me habían dicho que iban al partido ¿para qué? Se armó lío en las tribunas y yo miraba a ver si los veía, si les había pasado algo. Después, cuando volvimos al hotel los llamé a la casa de una tía, que era donde se habían quedado, y me dijeron lo vimos por televisión. Los quería matar... ", dice el "Pelado", otro de los protagonistas de aquella noche bohemia en La Bombonera.

"Yo le tengo fe a Wanderers. Alfredo (Arias) los hace jugar bien. Y es un partido ideal, Wanderers no tiene nada para perder, tiene todo para ganar. Este partido hay que disfrutarlo, hay que vivirlo. Lo mismo le dije a mi hijo ahora cuando se fue a San Pablo con Danubio: disfrutalo... vas a jugar con Sao Paulo en el Morumbi... disfrutalo. Y este de La Bombonera tiene que ser así. Es un equipo joven pero les va a servir de experiencia, y esa experiencia la van a volcar acá. Eso es lo más importante", agrega el "Pelado" Peña, el ex-volante bohemio.

Otro de los estandartes de aquella noche del 7 de agosto de 1986, fue Gonzalo Madrid, hoy es uno de los empresarios del fútbol más reconocidos. Zaguero corpulento y temperamental.

"Ese partido fue increíble... el juez lo terminó después del gol de Boca... estaba clavado. Hicimos terrible partido. Empezamos ganando, después ellos pasaron y lo empatamos cerca del final. Los teníamos ahí... pero el juez flechó la cancha. Me echó por protestar de una. No tenía ni siquiera tarjeta amarilla y me echó. ¡Me quería morir! ya casi no faltaba nada, bahhh... eso era lo que marcaba el reloj, pero el partido siguió como diez minutos más", recuerda el "Pollo" Madrid.

"Ese partido lo vivimos de una manera especial, de cierta manera, todos queríamos ganar para dedicarle el triunfo al maestro Tabárez, que lo habían destituído injustamente. Y todos sabíamos que si estábamos jugando esa instancia de la Copa era gracias al trabajo que él había hecho... si llegamos hasta ahí, había sido por Tabárez", agrega el ex-defensor de Wanderers.

Mañana, el bohemio regresará a La Bombonera. Lo hará 29 años después, y otra vez por una instancia de la Copa Libertadores.

Será otra cita histórica, por cierto, con otros protagonistas y un nuevo entorno, claro. Pero este Wanderers juvenil llegará a la cancha de Boca con la misma ilusión de aquel equipo. Con el fútbol bohemio en el alma, buscando la hazaña.

"Ni una mosca"

"Hay dos cosas que me van a quedar en la memoria por siempre. Una, que toda La Bombonera le cantó el cumpleaños feliz al Loco Gatti. ¡Todo el partido! Te juro que la cancha parecía que se movía. Era impresionante. Y la otra, cuando Noé hizo el segundo gol, nos fuimos a festejar y nos paralizamos. ¿Qué pasó? ¿Lo anuló? preguntamos. No se sentía volar ni a una mosca... quedaron muertos. Eso me quedó grabado", recuerda Madrid que cuando vio la roja le arrojaron un paraguas y se lo llevó al túnel "porque llovía".

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wanderersJOSÉ MASTANDREA

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