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Bengoechea lo vivió como los hinchas

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Aplausos. Al igual que los hinchas, el DT se chocó las manos en cada ataque del equipo. Foto: Marcelo Bonjour

El "profesor" no quiere referirse a las finales. "Hay que lograr las cosas para después hablar", sostuvo.

Saltó, gritó, festejó, aplaudió. Pisó la cancha en varias oportunidades y lo tuvieron que ubicar en su zona. Frenó a Luis Aguiar cuando fue a protestarle al juez de línea y se llevó varias veces la mano a la boca cuando dialogó con Pacheco. Pocas veces se sentó en el banco de suplentes.

Ni siquiera cuando el partido se puso 2-0 y la historia parecía quedar liquidada. Dos de sus hijas lo custodiaron a pocos metros, desde la Platea América, pero ni eso sirvió para controlarse. Pablo Bengoechea vivió el partido con la misma intensidad que los hinchas que se arrimaron al Centenario en buen número en busca de otro pasito para sellar el primer objetivo: el Torneo Clausura.

Se fue de la cancha con el aviso de que River iba empatando sin goles, pero cuando llegó al vestuario se enteró del agónico tanto darsenero. Ya en los pasillos del estadio, lejos de la intensidad que le provoca el partido, el "Profesor" habló con la tranquilidad que no tuvo sobre la línea de cal.

"Ahora lo que quedó claro es que somos dos equipos los que estamos en la definición del Clausura. Nosotros tenemos un punto de ventaja, así que intentaremos tener una semana tranquila para preparar el partido con Racing de la mejor manera. Estamos a noventa minutos de conseguir lo que nos habíamos planteado a principio de año", señaló.

Se mostró conforme con el rendimiento del equipo y sobre todo por el equilibrio. "En el campeonato en general, pero más que nada en estas últimas fechas, hemos encontrado un equilibrio. No solo podemos pensar en atacar ni solo pensar en defender. Hay que tener un balance", explicó.

"Hay que intentar ser prolijos con la pelota. Buscar que Urreta abra la cancha por un lado y el Japo por el otro, que Zalayeta participe, que Aguiar tenga movilidad, que Pacheco entre en juego y que Diogo pase al ataque. Son las características de nuestro equipo, pero hay que realizar todo eso en su debido momento. El deseo es que Peñarol crezca. Que los rivales nos creen cada vez menos situaciones de gol y nosotros llegar en mayor cantidad", añadió.

De todos modos, el DT aurinegro no quiso adelantarse como los fanáticos, que en los cánticos de la tribuna ya palpitan un posible duelo con el tradicional rival. "Falta llegar a la final. Primero hay que lograr las cosas para después hablar. Estamos bien ubicados, estamos ilusionados con la definición, pero aún no estamos".

Bengoechea mantiene los pies en la tierra, pero lo vive como los hinchas.

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Aplausos. Al igual que los hinchas, el DT se chocó las manos en cada ataque del equipo. Foto: Marcelo Bonjour

PEÑAROLÁNGEL ASTEGGIANTE

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