"Esto es fútbol", repite el técnico aurinegro y por ahí se explica lo ocurrido. Nacional y Peñarol hicieron los goles cuando era mejor el adversario.

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Acertaron. También se equivocaron. Disputaron un clásico limpio, que no transmitió agresividad desde la cancha hacia las hinchadas. Y, al final, empataron; un resultado que no le servía a Nacional y que, en cambio, era uno de los dos con los que Peñarol se conformaba. Por eso, pues, ni bien terminó, hubo varios jugadores que se dieron la mano con sus rivales y, sin crispaciones de ningún tipo, se fueron a los vestuarios.

Ese, entonces, es el balance de un partido muy esperado, porque podía dejar medio definido -o no- el Torneo Apertura, y que después se caracterizó, entre otros aspectos, porque no es muy frecuente que los técnicos de ambos hagan cambios tan radicales como los que Munúa y Bengoechea hicieron para el choque de ayer de tarde.

Es que, cuando Nacional precisaba ganar, Munúa metió tres volantes de marca, sin un enganche; y Bengoechea, como le servía el empate, puso a Mac Eachen -zaguero- a taponear el flanco izquierdo de la retaguardia.

En ese plano podría llegar a decirse que tiene razón el técnico aurinegro, pero no por el resultado del ajedrez táctico, sino por aquello que sostiene cada tanto: “Esto es fútbol”; porque, con su plan, que incluyó a Eguren por atrás de Romero, Porras y Abero, y hasta lo mandó a la marca de Forlán, aunque sin seguirlo a todas partes, Nacional copó a Peñarol en el arranque, como lo prueba que recién a los 25’ Valdez hizo el primer tiro al arco, y tal vez hasta perturbó a Forlán, que a los 8’ le hizo un foul a Porras en una acción al menos poco habitual en “Cachavacha”.

Más aún, Nacional ganaba todas las segundas pelotas, porque estaba mejor plantado, y atacaba más, aún sin llegar con peligro a Guruceaga. Sin embargo, ese trámite cambió de mano y, con los pases y las llegadas de Forlán, suelto de su marca, Peñarol fabricó tres llegadas en las que la decisión de Conde salvó a su valla; y, a su vez, en ese escenario, fue que Nacional -no de casualidad, sino cuando Romero se hizo de una de las segundas pelotas que dejaba el fondo rival- se puso en ventaja, y pudo dar un golpe de gracia con un cabezazo de Alonso que rebotó en un caño.

Quizá, en lo único que no se dio aquello de que “esto es fútbol”, pues puede pasar lo inesperado, fue que cuando entró Luque con su velocidad, Nacional sufrió por su punta como había sufrido ante otros rivales; y una pelota quieta por foul a Luque, más ese “no se qué” del “Vasquito” -como el del “Colo”- en los clásicos, trajo el empate: lógica pura en este caso, justo cuando Amaral había entrado por Fernández para “matar” de contraataque.

“Esto es fútbol”, porque ahí, aún con cambios ofensivos, Nacional pareció “tocado” por la igualdad; y Peñarol, en vez de rematarlo, puso a Novick por Ifrán y cerró el resultado. Que le sirvió más a Peñarol, claro; pero dejó todo abierto: la definición del Torneo Apertura y también la estadística según la cual hace seis que Nacional no pierde. “Esto es fútbol”, y eso vale.

NACIONAL 1-1 PEÑAROL

Estadio: Centenario.

Árbitro: Andrés Cunha. Asistentes: Nicolás Tarán y Carlos Pastorino. Cuarto árbitro: Esteban Ostojich.

Nacional: E. Conde; J. Fucile, S. Gorga, D. Polenta, A. Espino; S. Romero (89' L. Barcia), S. Eguren, G. Porras, M. Abero (86' M. Cabrera); I. Alonso y S. Fernandez (77' R.Amaral). DT: G. Munúa.

Peñarol: G. Guruceaga; M. Aguirregaray, C. Valdez, G. Rodríguez, E. Mac Eachen; N. Nández, S. Píriz (69' N. Albarracín), L. Aguiar; D. Forlán; M. Zalayeta (57' C. Luque) y D. Ifrán (89' M. Novick). DT: P. Bengoechea.

Goles: 43' Romero (N) y 79' Aguirregaray (P)

Amarillas: Forlán y Nandez (P). Abero (N)

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