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Ni la bendición del Papa

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Edward Piñón

enfoque mundial

EDWARD PIÑÓN

Edward Piñón

Peores decisiones no se pueden tomar. Argentina está en medio de un caos de organización y tomando, día a día, cada vez mayor distancia de lo que debe ser una planificación ideal.

A los tumbos. Girando para el lado contrario de lo que pretendía y generándose, aunque no quiera, una ola enorme de ondas negativas. Algunos se lo harán saber, otros se lo callarán, pero la bronca que emerge por las determinaciones no hace otra cosa que tirarle tierra encima.

Primero canceló el amistoso con Israel, ese que cuando lo selló a cambio de un pago inicial de 2 millones de dólares le hizo ganar una cadena interminable de protestas y críticas de la sociedad de Palestina. ¿Qué pasa con el pago? ¿Cómo arreglarán con Israel?

Después, obligó al Vaticano a emitir un comunicado oficial a través del cual se anunciaba que “la audiencia del Papa con la Selección de Argentina ha sido desconvocada”. ¿Desconvocada o venida abajo porque los muchachos de Sampaoli no quisieron ir a la reunión?

El encuentro entre los albicelestes y el Papa Francisco había sido coordinado entre la propia AFA y el Vaticano. El desaire, ya de por sí es fuerte, y elimina de plano la bendición papal. Las malas decisiones no se agotan ahí. El cuerpo técnico que encabeza Sampaoli quería jugar el sábado un amistoso y los dirigentes de la AFA se movieron lo mejor que pudieron. En la noche del martes encontraron un sustituto para Israel y tenían que elegir entre San Marino o Malta. El partido se vino abajo porque a los jugadores no les cayó nada bien tener que medirse ante uno de esos seleccionados de categoría inferior en el continente europeo.

Improvisación. Cambios de planes. Siendo receptor de las cargas negativas que le mandan de distintas partes del planeta y sin la bendición de Francisco. Qué manera de no acertar nunca en el clavo.

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