TORNEO INTERMEDIO

Seis puntos ganados de los últimos 21 disputados. Esa es la cosecha de Peñarol en sus últimas siete presentaciones. Si bien allí están incluidas las dos derrotas por Copa Sudamericana ante Fluminense, no deja de ser preocupante la producción local: las mismas seis unidades de las últimas 15.

A la hora de buscar las explicaciones de por qué desapareció la gran diferencia que el aurinegro le llevaba a Nacional en Tabla Anual solo hay que mirar ese dato. Con ello basta. Ahora, si se intenta encontrar las razones por las cuales la efectividad de Peñarol ha decaído tanto, entonces hay que darle una mirada mucho más profunda al asunto.

Rompe los ojos que el nivel futbolístico de Peñarol ha bajado, más allá de que —como bien dijo el técnico Diego López el sábado luego de la derrota 1-0 ante River Plate— en el Saroldi el rendimiento del equipo fue bueno (mereció al menos el empate) o al menos bastante mejor que el demostrado la semana anterior en el 0-0 con Juventud. Así y todo, en las últimas dos presentaciones el carbonero no pudo anotar.

¿Tiene tan buen plantel Peñarol como se piensa? Al menos los resultados han demostrado que no y ello no es responsabilidad del entrenador.

El reclamo: "¡traigan jugadores!"By Silvia Pérez

MIRA TAMBIÉN

El reclamo: "¡traigan jugadores!"

La institución necesita dinero, porque las cuentas no dan. Entonces, se ha embarcado en negociar futbolistas y traer lo indispensable.

A López le quitaron piezas clave y por allí hay que empezar a buscar la explicación. Comparemos:

- Se fue Cristian Lema, que tenía buen juego aéreo y aportaba gol de tiro libre, y llegó Rodrigo Abascal, quien hasta ahora no ha disimulado la marcha del argentino.

- Se marchó Lucas Hernández del lateral izquierdo, quien era el encargado de las pelotas quietas y además tenía un gran latigazo desde afuera del área. Su reemplazo fue Gabriel Rojas, cuyo mayor aporte es en ofensiva, con buenos centros, pero que no ha dado seguridad en marca.

- La partida de Brian Rodríguez dejó huérfana de velocidad y definición la banda derecha del ataque. Ignacio Lores lo ha reemplazado bien, pero no ha sido constante y generalmente es sustituido.

- Gabriel Fernández, el goleador del equipo, se marchó al Celta (con el que ya debutó en la red ante Valencia) y hasta ahora López no ha encontrado el compañero ideal para Lucas Viatri en ofensiva.

- Ahora se marcha Darwin Núñez y, previendo eso, llegó el colombiano Misael Riascos, hasta ahora toda una incógnita porque pasaron tres partidos desde su arribo y no ha integrado jamás la lista de convocados.

Para colmo de males, otros dos pilares de la columna vertebral del Peñarol campeón uruguayo en 2018 están pasando por horas bajas, ya sea desde lo futbolístico como de lo físico, aunque esto último tiene incidencia directa con lo otro. Cristian Rodríguez y Walter Gargano han sido una sombra del año anterior. En el caso del “Cebolla” incluso lleva un buen tiempo inactivo o con pocos minutos, por lo cual pasarán algunas fechas del Clausura para eventualmente verlo en buen nivel.

Peñarol sufre en cancha los efectos de una política institucional austera y con un plantel con varios jugadores +30.