CLÁSICO

Cristian Lema fue la gran figura en un Peñarol que no brillo para nada.

Salvo en el córner del gol de Nacional, el arquero de Peñarol no tuvo mayor trabajo y transmitió seguridad jugando la pelota con los pies.

El lateral derecho aurinegro intentó siempre buscar el desborde por su sector y no tuvo inconvenientes a la hora de defender, ya que Nacional no atacó por ahí.

Tanto en el juego aéreo como por abajo, “Tito” transmitió seguridad y tranquilidad durante todo el encuentro siendo una pieza clave en el fondo.

Dentro del mal partido que en líneas generales hizo Peñarol ante Nacional, Cristian Lema fue el más destacado en el equipo de Diego López.

El zaguero argentino fue un estandarte en la última zona del carbonero, sacó muchas pelotas aéreas y a pesar de que por momentos la zaga no la pasó tan bien, salvó con buena nota su debut clásico con la camiseta de Peñarol.

Y como por si eso fuera poco, el “Caudillo de Alberdi” fue en el complemento uno de los que más quiso lanzándose permanentemente al ataque y hasta obligó a Luis Mejía en un tiro libre que bien pudo darle el triunfo clásico al aurinegro en el Campeón del Siglo.

No tuvo su mejor partido y fue superado cada vez que Nacional intentó atacar por la izquierda de la defensa de Peñarol. En ataque siempre intentó ser una opción.

Sigue sin poder ser desnivelante con sus condiciones. Pudo haber sido expulsado y Diego López lo sacó en un momento justo del partido.

El “Mota” volvió a ser una pieza clave en la mitad de la cancha con su manejo de la pelota tratando de buscar generar fútbol en la ofensiva del aurinegro.

El capitán de Peñarol no tuvo una gran actuación y el equipo lo sintió, ya que siempre suele ser una pieza clave en la generación de fútbol en la ofensiva.

Fue la gran sorpresa de Diego López en el equipo titular de Peñarol. Tuvo un correcto partido, pero no pudo desnivelar en el desdoble hacia la ofensiva.

Fue otro de los que tuvo un muy flojo rendimiento a pesar de que fue determinante para el gol de Peñarol obligando al error de Guzmán Corujo.

No tuvo el nivel esperado para un partido de estas características y se tuvo que retrasar demasiado para buscar contacto con la pelota para poder generar peligro.

A pesar de tener varios desbordes, primero por derecha y luego por izquierda, no gravitó demasiado y no estuvo a la altura de lo que pedía el partido.

Entró para sumarse a la ofensiva del equipo aurinegro y tuvo dos chances claras como para aumentar, pero otra vez falló en la definición en un partido que era clave.

Entró para el cierre del encuentro y con su ingreso Peñarol pasó a jugar con línea de tres en la zaga. No pudo tener mucha trascendencia.