Internados en las instalaciones de Lomas de Zamora, Mario Saralegui junto a Rubén Paz (su asistente), quienes renovaron contrato con Liverpool, trabajan con objetivos muy precisos al frente de un plantel de 29 jugadores.

La Copa Sudamericana no será prioridad para los de la Cuchilla, pero si las cosas andan bien, sobre la marcha de la competencia se analizará cómo afrontar la doble actividad.

El plantel y el cuerpo técnico, por más que no hablen de presiones, tienen claro que el gran debe del club de Belvedere luego de varios años es la falta de títulos. Los momentos de gloria para los presididos por José Luis Palma serían como la frutilla de la torta de la política institucional luego de varias temporadas en las que se ha invertido y de donde también han surgido muchos jugadores.

El plantel tuvo el regreso de Maximiliano Cantera, que había sido cedido a Fénix. Carlos Bueno fue baja y jugará en el Santa Tecla (El Salvador). Reforzar la defensa y si hay algún delantero que pueda llenarle el ojo al entrenador serían las incorporaciones que se harían para la temporada 2017. Saralegui confía en el potencial que tiene, caracterizado por una mixtura equilibrada.

Guillermo De Amores, joven arquero pero referente del club de Belvedere, habló de los ocho juveniles que tuvieron la oportunidad de ser subidos. “Hay muchos muchachos que fueron ascendidos y hay que ayudarlos en sus primeros pasos”, comentó De Amores. Dos figuras que le han aportado a la personalidad en su juego al equipo son Gustavo Aprile y Christian Latorre, quienes renovaron el vínculo con la institución. “Vienen cosas lindas: la Copa Sudamericana y tres campeonatos en lo local (Apertura, Intermedio y Clausura). Esperamos poder repetir o mejorar lo que hicimos en la temporada pasada”, comentó Aprile. “Este año se dio un cambio, porque vamos a tener muchos partidos por jugar y es lo que necesitamos los futbolistas”, manifestó Latorre.

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