CLÁSICO

La singular forma en la que está trabajando Leandro Fernández, cuando recién se pasó la mitad de los días previstos para la recuperación total de un desgarro, no ha hecho otra cosa que provocar un grado de atención mayor sobre sus movimientos, porque lo que parecía imposible de lograrse, que estuviese a disposición para el clásico del domingo, hoy puede ser una alternativa.

Como informó Ovación, Fernández está exhibiendo un compromiso de altísimo nivel con las tareas de rehabilitación porque está convencido de que podrá estar en el equipo de Nacional que recibirá a Peñarol en el Gran Parque Central, pero para que eso termine sucediendo será vital que reciba el alta médica.

Es que en Nacional el cuerpo médico y el entrenador Alejandro Cappuccio no quieren correr riesgos ni provocar un al mayor, pero eso no implica que desde hoy al sábado la situación confirme un avance muy positivo y el argentino se meta en el plantel tricolor.

El tema es bien sencillo: Cappuccio no va a resolver sobre este aspecto hasta tanto no se confirme desde sanidad que Fernández está apto para jugar.

Aunque es notorio que su proceso de recuperación es muy bueno, porque todos lo ven entrenar y comprueban que para los once días que cumplió ayer, desde su desgarro de nivel 1 en el partido de Boston River, hay un salto hacia adelante poco común, por ahora no hay ningún diagnóstico definitivo.

Para poder ilusionarse con la posibilidad de que pueda jugar, lo que Cappuccio necesita es recibir una comunicación de la sanidad de Nacional. No se trata de ningún texto específico, más bien es cuestión de los diálogos que se van generando habitualmente en el seguimiento del jugador.

Por estos días viene trabajando de forma específica con el profesor Julio Moreno. Y, según se indicó a Ovación, hoy podrían incrementarse la exigencia de algunos ejercicios para ver si acusa molestias.