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Aniversario: la Asociación Uruguaya de Fútbol cumple 120 años

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Mundial de 1930

HACIENDO HISTORIA

Fundada en 1900 por cuatro clubes, alcanzó su mayor éxito organizativo con la Copa del Mundo de 1930 y hoy suma cuatro títulos mundiales y 15 continentales

Es un cumpleaños extraño, sin invitados ni festejo: la Asociación Uruguaya de Fútbol cumple mañana sus 120 años. La fecha encuentra al fútbol paralizado por la pandemia, como ocurre en casi todo el mundo, librado a la incertidumbre en todos los campos, desde el presupuestal hasta la reanudación de la actividad.

Tratándose instituciones de larga existencia, como es la AUF, los aniversarios representan una fecha adecuada para recordar orígenes y trayectoria. Por lo general también para proyectarse hacia el futuro, pero ahora todo plan deberá esperar.

Cuando el almanaque llegó a la hoja correspondiente al 30 de marzo de 1900 el fútbol era una actividad asentada en un amplio sector de la sociedad montevideana, así como en otros puntos del país. Sin embargo, el desarrollo del deporte se daría en forma separada entre la capital y el interior, un pecado original que todavía no se termina de superar.

Si bien el juego había llegado en las valijas de los residentes o visitantes británicos, su práctica había escapado del reducto extranjero y de los sectores más pudientes, a diferencia de lo que ocurría en otras partes del mundo. Jóvenes criollos, de cualquier condición social, jugaban a la pelota por todas partes.

El control institucional, empero, estaba en manos de los extranjeros, sobre todo británicos. El primer impulso lo habían dado el Montevideo Cricket y el Montevideo Rowing. En la última década del siglo XIX surgieron otros equipos, cuando la actividad consistía en amistosos locales o ante las formaciones de las tripulaciones de los barcos ingleses que tocaban el puerto montevideano.

En 1899, según lo descubierto por el investigador Juan Carlos Luzuriaga, se realizó un “protocampeonato” entre cuatro clubes: Albion, Central Uruguay Railway Cricket Club (CURCC), Uruguay Athletic y Deustcher Fussball Klub. Detrás de la incipiente organización estaba el apoyo de las compañías del tranvía, de capitales británicos y alemanes, ávidas de captar a través de la venta de boletos el numeroso público que ya seguía los partidos.

El 30 de marzo del 900, esas mismas cuatro instituciones fundaron la Uruguayan Association Football League, con los años la AUF. El nombre reflejaba la intención original: administrar la naciente liga. Recuérdese que “association football” era la denominación del deporte. Seguía el ejemplo de Argentina, que desde 1893 tenía su campeonato a través de la Argentine Association Football League.

El mayor promotor de la Liga fue Henry Lichtenberger, uruguayo hijo de alemanes, alma mater del Albion, que no solo pasó a ser secretario de la nueva institución sino que esta funcionaba en su propia oficina en la Ciudad Vieja. El primer presidente fue Percy Chater, inglés, representante del CURCC.

El club de la compañía del ferrocarril se llevó a Villa Peñarol el trofeo de plata de la primera liga luego de vencer a sus tres rivales.

Con los años, la denominación de la Uruguayan League fue cambiando: en 1906 se transformó en Liga Uruguaya de Football, en 1915 fue Asociación Uruguaya de Football y en 1972 por Asociación Uruguaya de Fútbol. Tras el cisma de 1922, además, funcionó como Consejo Provisorio del Football Nacional (1925), Consejo de Emergencia de la Asociación Uruguaya de Football (febrero de 1927) y Consejo de la Asociación Uruguaya de Football (marzo de 1927).

Desde hace mucho, la AUF tiene otro cometido esencial, que es manejar la Selección uruguaya de fútbol, cuya historia arrancó en 1901 con amistosos contra los argentinos y visitantes ingleses. Casi enseguida hubo en el clásico rioplatense dos trofeos, las copas Lipton y Newton. En 1910 se participó por primera vez en un torneo internacional, organizado por Argentina para celebrar el centenario de la Revolución de Mayo. Ese mismo año el equipo tuvo por fin su divisa oficial, celeste.

El despegue internacional del fútbol uruguayo se insinuó en algunos triunfos sobre los argentinos a partir de 1910 y 1912, y se pudo comprobar con los títulos en las primeras ediciones de la Copa América (1916 y 1917).

El siguiente paso fue la expansión mundial, que se logró con la participación (y conquista de la medalla de oro) en los Juegos Olímpicos de París 1924. Éxito que se confirmó cuatro años más tarde en los Juegos de Amsterdam. Eso consagraba a Uruguay como campeón mundial de fútbol, según lo reconocía entonces la prensa uruguaya, europea y la FIFA.

El mayor éxito organizativo de la AUF y de los dirigentes uruguayos fue el Mundial de 1930. Hoy la Copa del Mundo representa un negocio fabuloso, pero realizarla hace 90 años representó un esfuerzo quijotesco, respaldado por el Estado uruguayo (con el respaldo unánime de los partidos en el Parlamento), construyendo un estadio colosal y convocando 12 seleccionados extranjeros, en tiempos en que la principal forma de transporte era el barco. Y también se obtuvo el título.

En 1950, Uruguay volvió a consagrarse campeón del mundo. Y es así que el balance hasta 2020 muestra cuatro títulos mundiales (dos en los Juegos Olímpicos y dos en la Copa del Mundo de la FIFA), 15 copas América, una Copa de Oro de campeones del mundo, ocho campeonatos sudamericanos juveniles, a los que se podrían añadir dos medallas de oro en los Juegos Panamericano.

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