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Así vivieron el clásico entre Nacional y Peñarol los Forlán

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Forlán
Marcelo Bonjour

PEÑAROL

Diego vio el clásico en su casa junto a su padre y ambos gritaron el empate de Terans. "Para mí Pablo salvó el examen con buena nota", dijo Pablo sobre su otro hijo que ayer dirigió.

Pablo Forlán vivió ayer una jornada muy especial. Era el primer clásico de su hijo Diego como técnico de Peñarol y no podía estar en la cancha como consecuencia de haber sido expulsado en el partido frente a Danubio en marzo, antes de que la actividad se suspendiera por la pandemia del coronavirus.

“Cachavacha” prefirió ver el partido en su domicilio y su padre lo acompañó, pero además en la cancha del Centenario y dirigiendo a Peñarol por primera vez estaba su otro hijo varón, Pablo.

“Para mí Pablo salvó el examen con buena nota”, le confió Forlán padre a Ovación luego del empate entre aurinegros y tricolores. En realidad, ambos (Diego y él) tenían plena confianza en Pablo. “Mi hermano me conoce bien y sabe lo que venimos haciendo. Tengo una confianza bárbara en él porque los dos manejamos la misma idea. El hecho de que esté en el banco de suplentes me deja tranquilo”, había dicho el entrenador en la previa del partido frente a Nacional.

pablo
Pablo Forlán, que ayer estuvo en la cancha dirigiendo, le da indicaciones a Giovanni González, Foto: Gerardo Pérez.

“Diego y yo lo vimos con los nervios naturales de un partido clásico”, contó Pablo. “Más al tener que verlo por televisión, que es muy diferente a estar en el estadio, donde tenés todo el panorama de la cancha”, agregó el exfutbolista que fuera cuatro veces Campeón Uruguayo, además de ganar la Copa Libertadores y la Intercontinental con Peñarol.

"Para mí ver a Peñarol siempre es especial, más esta vez. Al estar los hijos de uno fue un clásico distinto a todos los demás para mí. Totalmente. Cuando vos tenés dos hijos técnicos es otra cosa para cualquiera. Y más dirigiendo en Peñarol, con lo que significa para mí”, explicó.

“No me pongo nervioso, lo que me gusta es comentar, como cuando veo los partidos con amigos. Diego lo vio bastante tranquilo, porque él es bastante tranquilo. Cuando hizo el gol Nacional no nos gustó, obvio, pero confiábamos en que Peñarol lo podía empatar y hasta ganar. Y gritamos el tiro en el palo de Kagelmacher al final del primer tiempo. Hubiera sido bueno empatar antes de irse al descanso”.

Pablo reconoció, a su vez, que en el segundo tiempo el equipo mejoró con el ingreso del “Cebolla” Cristian Rodríguez. “Es un jugador de mucha experiencia y eso es importante para el equipo. Peñarol fue más en el segundo tiempo, tuvo esa reacción con un hombre menos y nunca dejó de buscar el arco rival”.

En el domicilio de Diego estaban ellos dos además de Paz, la esposa del técnico mirasol, y los tres hijos de ambos. “Y sin dudas que gritamos mucho el empate, ya que Peñarol jugó durante 35 minutos con 10 hombres. Y eso siempre le da otra otro sabor. Aunque Peñarol está acostumbrado a las difíciles y después siguió buscando el segundo gol para ganarlo. Y creo que estuvo cerca”, analizó y agregó que vio bien físicamente a los dos equipos. Lo mismo que a varios de los que se enfrentaron el sábado.

“No hay que olvidarse que para los jugadores y los técnicos el partido fue como un debut después de tanto tiempo sin jugar. Fue como si fuera la primera fecha del torneo y nunca se arranca un campeonato con un clásico, cuando todavía no se está con el rodaje necesario”.

“Pero bueno, falta mucho. Queda mucho campeonato por delante y hay que seguir corrigiendo”, finalizó el padre de los dos entrenadores de Peñarol, que seguramente no olvidará el partido clásico de ayer. Y no porque se haya jugado sin público o porque la niebla le jugara una mala pasada a los telespectadores, sino porque fue el primero para sus hijos, aunque solo uno haya estado en la cancha.

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