COPA LIBERTADORES
Antes de cada etapa decisiva, el "Muñeco" Gallardo opta por llevar a sus jugadores lejos del ruido de la ciudad a las instalaciones que quedan a más de 60 kilómetros del centro de Buenos Aires.
Ni cábalas, ni suerte, ni coincidencias ni magia. Marcelo Gallardo y su cuerpo técnico eligen concentrar a todo el plantel en Cardales para fortalecer la unión, aislarse de las presiones y minimizar el estrés en la previa de un duelo decisivo. Utilizar la mayor cantidad de recursos posibles para que sus jugadores se enfoquen en la tarea a cumplir es una de las premisas del DT, que busca que sus dirigidos asimilen lo que viene con confianza y puedan rendir al máximo pese a la alta tensión que implica definir una Copa Libertadores ante Boca.
Por eso, y por quinta vez en el año, el Hotel Sofitel La Reserva Cardales, ubicado en el Kilómetro 61 de la Ruta Panamericana N°9 (70,7 km de La Bombonera, una demora de 1 h 46 min de viaje si no se tiene escolta policial), vuelve a ser la casa de River para pulir detalles: el equipo está concentrado allí desde el miércoles a la noche y afrontará los últimos dos entrenamientos antes de disputar la primera final el sábado en la Bombonera.
El lujoso hotel, de cinco estrellas, tiene acceso a un lago donde se pueden realizar deportes acuáticos, campo de golf de 18 hoyos, canchas de fútbol y tenis, gimnasio, cuatro piletas y spa, entre otras actividades. Un espacio con calma y tranquilidad para trabajar, alejado del bullicio y que le permite fortalecer los vínculos del plantel, potenciar el estado anímico y mantener la cabeza enfocada en el objetivo.
Es que el "Muñeco" busca que los jugadores se unan y tengan la cabeza despejada, sin estar pendiente de las voces del exterior. Así, más allá de los entrenamientos, las charlas del DT y los videos del rival, hay momentos de relajación y diversión para descomprimir: son populares los torneos de bowling y de truco entre el plantel y el cuerpo técnico. Además, también hay futbolito, ping-pong, máquinas de pinball y mesas de pool, todo ubicado en el salón de juegos del hotel, al que River suele concurrir tras la práctica vespertina y luego de la cena.
Durante la presente Copa Libertadores, el Millonario decidió emigrar hacia el hotel de Cardales en todas las fases eliminatorias: del lunes 27 al miércoles 29 de agosto hubo concentración en la previa de la vuelta de los octavos de final ante Racing (victoria 3-0); del domingo 30 de septiembre al martes 2 de octubre se repitió antes de la vuelta de los cuartos de final frente a Independiente (triunfo 3-1); y del domingo 21 al martes 23 de octubre volvió a llevarse a cabo para esperar el duelo de ida de semifinales con Gremio (caída 1-0). Esta vez, será más extensa: durará cuatro días.
"Ante partidos de esta exigencia optamos por descomprimir, y para eso vamos a Cardales. La idea es pasarla bien, compartir, reírnos, generar esa unión de grupo que tan bien nos hace, que tanto tiempo viene perdurando y que queremos seguir alimentándola. Esa es la base de un equipo", explicó Gallardo en conferencia de prensa tras eliminar a Racing en agosto pasado.
Este año también repitió la fórmula en la previa de la Supercopa Argentina ante Boca en Mendoza: el lunes 12 y martes 13 de marzo practicaron y concentraron en Cardales, previo al viaje a tierras mendocinas. Un día después, el miércoles 14 de marzo, River logró el histórico triunfo 2-0 en la final ante el clásico rival y levantó el octavo título del ciclo del Muñeco.
Con la concentración actual, ya son nueve las veces que el entrenador millonario decidió apostar por la calma del hotel situado a 60 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además de las cinco del presente año, otra de las veces que lo eligió fue en septiembre del año pasado, tras perder 3-0 en Bolivia con Jorge Wilstermann, cuando su equipo necesitaba una victoria épica para clasificar a las semifinales de la Libertadores. Y lo consiguió con un contundente 8-0, en la recordada noche inspirada de Scocco, quien marcó cinco goles.
"Fuimos el martes a Cardales. Fue regenerativo. Hubo un campeonato de truco a la noche. Participamos todos. Fue un día para descomprimir. El miércoles nos pusimos en la cabeza la determinación. Algunas cosas uno las siente y se dan de esa manera", contó el DT tras aquella goleada en el Monumental. Y luego repitió el ritual, con otro éxito: se hospedó antes del 1 a 0 en el partido de ida con Lanús de las semifinales. Para la vuelta, no se hizo por una cuestión de distancias: hay más de 80 kilómetros entre Cardales y el estadio del Granate.
¿Cuál fue la primera vez? En junio de 2015, cuando realizó una pretemporada del 22 de aquel mes al 2 de julio, en la previa de las semifinales y la final de la Libertadores que terminó ganando con triunfos ante Guaraní de Paraguay (2-0 y 1-1) y Tigres de México (0-0 y 3-0). Ese mismo año, volvió a elegirlo para realizar una semana intensiva de entrenamientos del 16 al 21 de noviembre, antes del duelo de vuelta por la semifinal con Huracán de la Copa Sudamericana (empató 2-2 y fue eliminado tras perder 1-0 en la ida) y del Mundial de Clubes.