COPA SUDAMERICANA
El conjunto aurinegro tuvo menos la pelota que su rival, pero en la segunda mitad encontró algunos espacios que explotó para inquietar, aunque no concretó.
Nacional venció 1-0 a Peñarol en el estadio Campeón del Siglo en el partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana, pero no logró evitar la clasificación de los aurinegros a la siguiente fase, que sacó provecho del triunfo 2-1 logrado como visitante en la ida. Así fue la actuación del equipo dirigido por Mauricio Larriera:
Fue poco habilitado en el primer tiempo, pero en el segundo tuvo más protagonismo. Tuvo una gran importancia táctica desde lo defensivo al tapar las subidas de Cándido y fue el que realizó los ataques más peligrosos cuando se lanzó en velocidad.
Solo tuvo que exigirse una vez para ir a buscar una pelota que le quedó larga a Bergessio y fue en el primer tiempo. Luego de lo que había sido una noche tranquila, salió mal en la última jugada y recibió el gol.
El lateral volvió a ser la opción más buscada para ir a la ofensiva. Hizo buenas transiciones en sus combinaciones con Canobbio, principalmente en la segunda mitad cuando al equipo le quedaron espacios.
Firme, tanto en los mano a mano como en el juego aéreo. En todo momento mostró y dio serenidad en el fondo.
No se complicó nunca. Cuando la pelota vino para jugar, lo hizo, pero cuando había que restar no se puso colorado al mandar la pelota bien lejos. Decidido cuando tuvo que salir a cortar juego.
Tuvo un par de subidas de esas que lo caracterizan en la primera mitad, llegando hasta el fondo, pero no cuajaron. En el segundo tiempo estuvo más contenido.
Prolijo para salir con la pelota jugada, aunque esta vez tuvo una función más defensiva que ofensiva ante la propuesta rival. De cualquier manera, fue el más claro de su equipo a la hora de manejar el balón.
Fue el del doble cinco que estuvo más metido entre los zagueros. Colaboró con buenos relevos y buena distribución de la pelota.
Jugó lejos del arco, recostado sobre el medio para tratar de sacar algún contraataque. Cuando se hizo de la pelota consiguió poner en carrera a los puntas en el segundo periodo y manejó los tiempos del equipo al guardarse el balón y conseguir muchas faltas.
Fue presionado por muchos rivales, le cometieron faltas y no pudo desequilibrar. Tuvo un par de ataques prometedores que no culminó bien.
En el primer tiempo quedó aislado en la ofensiva, porque su equipo jugó muy recostado en su campo. En el segundo, cuando se generaron espacios, protagonizó un par de contraataques peligrosos que no definió correctamente.
Ingresó por un sentido Walter Gargano para refrescar un mediocampo que corrió mucho detrás de la pelota.
Ingresaron para disputar los minutos de adición.