"No puedo rifarme la Copa y apuntar solamente al Uruguayo. Por más que tengamos un solo punto en la tabla, la historia de Peñarol no lo merece. Tenemos que apuntar a las dos cosas", dijo Jorge "Polilla" Da Silva apenas arribado a Buenos Aires.

"Nos quedan 90 minutos y vamos a tratar de ganar. Si no se da y tenemos la mala suerte de perder, entonces sí pondremos las baterías en el Uruguayo, pero antes no me puedo dar ese lujo", aseguró. El entrenador dijo que el equipo iba a ser prácticamente el mismo que le ganó a Danubio el sábado, pero que no lo daba a conocer porque aún no lo sabían los futbolistas. Y además quería esperar por la evolución de Forlán y Albarracín, que terminaron con molestias ante los de la Curva.

A propósito de Forlán, Da Silva explicó por qué había jugado prácticamente como número 8. "Lo de Forlán es un cambio en la dinámica del equipo. Cuando jugaba como segunda punta, se me estaba tirando muy hacia los costados y el punta que quedaba jugaba prácticamente solo. Le dimos entrada a Palacios, que es un jugador de velocidad para que juegue más cerca de Murillo, y a Diego lo teníamos que ubicar en un lugar donde pudiera aportarle al equipo, pero donde también se sintiera cómodo".

PEÑAROL