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Los amos

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Diego Godín. Foto: Reuters
RAFAEL MARCHANTE

Atlético de Madrid venció a Benfica por 2-1 y se quedó con el liderazgo del grupo C y la clasificación a octavos de final. El "Faraón" marcó un tanto pero fue anulado.

El Atlético de Madrid pasó a los octavos de final de la Liga de Campeones como primero del grupo C al vencer 1-2 al Benfica en el estadio Da Luz, el mismo en el que perdió la Liga de Campeones en el 2014, con goles de Saúl Ñíguez, en el 33, y Luciano Vietto, en el 55.

Con este triunfo, el Atlético suma 13 puntos, tres más que los lisboetas, y tendrá en los octavos la teórica ventaja de jugar contra otro segundo de grupo con la vuelta en su estadio Vicente Calderón.

Los colchoneros dominaron del minuto 20 al 60, cuando el Benfica, liderado por el joven Renato Sanches, apretó y amagó con remontar cuando recortó distancias con un tanto del griego Kostas Mitroglou (75).

Con poca posesión (en torno al 42 por ciento), pero con mucha agudeza en ataque, el Atlético cerró el primer tiempo con una justa ventaja.

Justa, porque chutó entre los tres palos más que su adversario (tres contra ninguna) y porque cuando se dispuso a atacar lo hizo con un magnífico pragmatismo.

La banda derecha del lateral Juanfran fue clave en la superioridad de los colchoneros.

Por ella exploraron la propensión al ataque de Eliseu, lateral zurdo del Benfica, y lograron sacudirse los primeros 20 minutos de dominio local.

Abrieron las hostilidades el goleador Saúl, con un chute a la cepa del poste que repelió Júlio César. El capitán Gabi, con la zurda, ensayó otro remate, que también desbarató el meta brasileño del Benfica.

Juanfran, una de las mejores armas ofensivas del Atlético, evocó una vez más sus raíces como extremo y se incorporó por sorpresa en ataque. Su pase lo cortó en la boca de gol el central argentino Lisandro.

A la media hora, el Atlético brilló en una jugada fulminante y con precisión de cirujano: Antoine Griezmann sirvió a Luciano Vietto, quien, en el límite del fuera de juego, asistió a Saúl cuyo chute colocado inauguró el marcador.

El Atlético, que contó con la novedad del central montenegrino Stefan Savic, en detrimento del uruguayo José María Jiménez, acabó los primeros 45 minutos con comodidad en el partido y con la estrella del Benfica, el argentino Nico Gaitán, bajo control.

Con el marcador en contra, los locales prescindieron del pulmón del joven Gonçalo Guedes y optaron por la dinamita del ariete griego Kostas Mitroglou, quien en la primera jugada del segundo tiempo casi se estrena a marcar.

El fogosidad de "los encarnados" duró diez minutos, hasta que el belga Yannick Carrasco se infiltró por el costado zurdo del Benfica y asistió a Vietto.

El pequeño y hábil jugador argentino se adelantó en la marca al brasileño Jardel y batió a Júlio César con un sutil toque de primeras.

El Benfica se demoró una hora en chutar entre los tres palos de Oblak, que fue muy pitado por su antigua afición en su regreso al estadio que le proyectó internacionalmente.

En esa fase del partido, los locales solo se consolaban por los fogonazos del dinámico medio Renato Sanches, la última perla de la cantera del Benfica.

El ariete mexicano Raúl Jiménez, suplente, dispuso de media hora ante su exequipo.

Precisamente la entrada del mexicano y la omnipresencia de Sanches reactivaron al Benfica, que recortó en el minuto 75.

Jiménez dio un pase interior a Mitroglou, quien se deshizo del pegajoso Godín con una hábil recepción de espaldas y remató a gol.

Restaban 15 minutos para el final y el Atlético sentía el aliento del Benfica en el cogote. Renato Sanches, de 18 años, lideró a los encarnados. Robó y distribuyó cubriendo todo el centro campo.

Raúl Jiménez cabeceó con peligro, pero el Atlético, en Lisboa, aseguró la exigua ventaja.

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Diego Godín. Foto: Reuters

champions leagueEFE

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