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DANIEL ROSA

La confesión de Deivis Barone sorprendió. Cuando una persona reprime sus sentimientos, sólo hace falta un disparador para que explote. Y ocurrió en la mañana de ayer cuando el plantel de Nacional aún estaba en la Hostería del Parque, en San José. El micrófono de Sport 8.90 fue el disparador. El zaguero lo tuvo allí y no desaprovechó la ocasión para hacer una grave denuncia contra el empresario Sergio Greco. "Me amenazó", afirmó.

En entrevista con el periodista Fernando Castro y luego de confirmar que continuará en Nacional porque "desde el momento que tomé la decisión no la pienso cambiar, ya que di mi palabra de que voy a cumplir mi contrato y para mí es un tema terminado", se descolgó con la confesión. "No he hablado con Greco en las últimas horas. Sinceramente, no quiero hablar con él porque tuvimos una charla por teléfono en la que se desubicó muy mal. Me llegó a amenazar, te voy a ser sincero. Me amenazó y esa fue la gota que desbordó el vaso, con mi familia al lado y mis hijos escuchando. Después de eso una persona no puede venir y decir `me equivoqué, disculpame`. No es así, porque usó términos muy duros. Tomé la decisión de no hablar más con él y por eso ahora acudió al abogado (Pablo Durán) para hacer un poco de intermediario. Él es una persona que le gusta manejarse así, con esos términos. `Te hago un juicio` y `no jugás más`, cosas así. No me gustó y decidí no atenderlo más".

No es una situación sencilla para Barone, quien el miércoles a la noche recibió en San José al doctor Durán, con quien tuvo una "charla larga y muy buena". Y explicó: "Él busca solucionar esto de la mejor manera, hablando, porque entiende que así se puede llegar a un acuerdo. Va a tener charlas con Greco y tiene la buena intención de llevar esto a buen puerto". El empresario argentino tiene un contrato de representación firmado por Barone y, además, es el dueño del 100% de los derechos económicos producto de los derechos federativos, luego de haber adquirido -con la aprobación del futbolista- la ficha a River Plate. Por lo tanto, bien puede cumplir Greco con su amenaza.

Barone retornó ayer junto a la delegación a Montevideo y afirmó que su cabeza "está 100% metida acá, en lo que viene. Mentalmente soy muy fuerte y estoy haciendo lo que me gusta, que es entrenar y jugar". La novela del verano, con el zaguero como protagonista, aún no tiene final. Y menos feliz.

Sergio Greco es agente FIFA y por tanto está regulado por las normativas del máximo organismo del fútbol. En virtud de ello, el empresario puede ser denunciado por Nacional por coaccionar al futbolista para rescindir el contrato vigente y llevarlo a Colón. El "Reglamento sobre el estatuto y la transferencia de jugadores" de FIFA, en su artículo 17 inciso 5 (enmarcado en el capítulo IV, Estabilidad Contractual Entre Jugadores Profesionales y Clubes), expresa textualmente: "Se sancionará a toda persona sujeta a los Estatutos y reglamentos de la FIFA (funcionarios de clubes, agentes de jugadores, jugadores, etc.) que actúe de cualquier forma que induzca a la rescisión de un contrato entre un jugador profesional y un club con la finalidad de facilitar la transferencia del jugador". Si Barone confirma su denuncia, Greco puede estar en aprietos.