FÚTBOL

La eliminación de la segunda jugada en los penales, manos que ya no serán involuntarias en el ataque y cambios que se pueden hacer en cualquier sector son algunas de las variantes.

Cinco cambios en las reglas que todos conocemos del fútbol se plantearon hace unos meses atrás. Las mismas iban a ser evaluadas y en las últimas horas fueron aprobadas por la IFAB (International Board).

La misma celebró una reunión en Aberdeen, Escocia, con el fin de analizar estas situaciones y confirmarlas o rechazarlas, aunque finalmente cinco de ellas, fueron aceptadas y cambiarán a partir del 1 de junio cuando comience una nueva temporada en Europa.

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Todo jugador que desperdicie un penal no tendrá la chance de corregirlo y anotar. Si el arquero lo ataja o la pelota pega en cualquiera de los palos, inmediatamente se detendrá el juego y se cobrará saque desde el arco para el equipo defensor y que sufrió la pena máxima. 

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Todas las manos de los delanteros dejarán de ser involuntarias. Las manos, sean accidentales o no, serán sancionadas y los goles, en caso de anotarlos, serán anulados inmediatamente. La IFAB indica que "un gol marcado directamente con la mano/el brazo (incluso de forma accidental) y un jugador que marca o tiene una ocasión de marcar tras conseguir la posesión/el control de la pelota con la mano/el brazo (incluso de forma accidental) ya no será permitido".

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En un cambio, los jugadores que se retiren del campo de juego no tendrán que hacerlo obligatoriamente por el centro del mismo, sino que tienen la posibilidad de hacerlo en el lugar de la cancha en el que se encuentren con la intención de agilizar el partido.

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Hasta el momento cada vez que el arquero realiza un saque de meta el balón debe salir del área para que lo reciba un compañero y eso ya no sucederá. Cualquier jugador podrá tomar la pelota dentro del área al realizar un saque de arco.

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En la actualidad, un entrenador al ser amonestado o expulsado por un árbitro no ve la tarjeta. De ahora en más, los jueces deberán mostrar la amarilla o la roja para anunciarle precaución o directamente expulsarlo del campo de juego.