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El adiós a Néstor Goncálvez: "Tito era el alma"

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Tito chico. Uno de los hijos, Jorge Goncalvez
Francisco Flores

Así lo definió Julio Sanguinetti; Peñarol propondrá que la calle del CDS lleve su nombre.

El último saludo a Néstor "Tito" Goncálvez fue este viernes en el Cementerio de Los Fresnos de Carrasco, donde se realizó el sepelio del gran capitán carbonero, que estuvo cargado de profundas emociones para familiares, amigos, dirigentes, jugadores y exfutbolistas de Peñarol que estuvieron presentes.

Sobre el féretro además de una bandera aurinegra, estaba la camiseta con el número que identificará al recordado capitán por siempre. En la próxima reunión de directiva se propondrá en homenaje a Goncálvez retirar por un año la casaca 5 del uso de todos los planteles de primera a séptima división.

Si bien el nombre Néstor Goncálvez quedará grabado en la rica historia del club, la institución solicitará a la Junta Departamental de Montevideo que Camino Mangangá, calle al que da la entrada principal el Estadio Campeón del Siglo, pase a llamarse como el Capitán de capitanes.

Único.

Antes del último adiós en el velatorio, Julio María Sanguinetti, presidente honorario de Peñarol, le dedicó un breve reconocimiento al eterno capitán para los carboneros. Las expresiones fueron emitidas en el (CDS) el día anterior a la sepultura del ídolo mirasol. "Peñarol es pueblo, alma, un espíritu indómito de no doblegarse nunca ante la adversidad. Y si hay alguien que sintetizaba todo eso era el Tito. Si hay alguien que era la entraña de Peñarol, era el Tito".

"En Peñarol hubo grandes jugadores, pero las características de Tito eran únicas. Tanto que jugó en la selección sin haber pisado nunca el Centenario. Y esas cosas lo hicieron singular, distinto. ¿Quién jugó 14 años en un mismo equipo? ¿Quién dio la vuelta nueve veces festejando Campeonatos Uruguayos? ¿Quién dio tres vueltas de Libertadores? ¡Cómo olvidarlo levantando la copa en Santiago de Chile tras aquel episodio histórico! El Tito no fue grande solo en las victorias, recuerdo un partido en Pacaembú, en el que a los seis minutos perdíamos 3 a 0 y luego 5 a 1 y nunca vi jugar más al Tito. Jugó de todo: sacaba la pelota, corría, aguantaba y pateaba al arco, algo que siempre dijo que no sabía hacer. Nos pusimos 5 a 4 y casi empatamos", relató Sanguinetti.

Destacó también "su don de mando. Era un flaco que se paraba y decía vamos a ganar. Tenía una autoridad natural y era líder en la adversidad. No era el jugador brillante en los partidos fáciles, era otra cosa. Emergía en la adversidad. Era el que hacía jugar a todos, el que no bajaba nunca los brazos. Era el alma".

Hinchas.

"Me enteré, me puse la camiseta y me vine", confió Diego Otero, un hincha que solo quiso homenajear al gran capitán. "No lo conocí, pero nadie ganó tanto como él", agregó. Había gente de todas las edades y camisetas de todas las épocas. Un joven de poco más de 20 años estaba solo, mirando el féretro de lejos con lágrimas en los ojos.

"Se nos fue el más grande. Ya nos quedan pocos", dijo por su parte Tita Picarelli, la histórica hincha del club, la que no falta a ningún partido a pesar de sus más de 80 años.

Figuras.

El "Indio" Walter Olivera conversaba con José Batlle Perdomo, dos grandes herederos de la camiseta que Goncálvez lleno de gloria. El "Chueco" contó que fue el Tito quien lo trajo a Peñarol y que le enseñó mucho en Las Acacias, no solo de lo que pasa adentro de una cancha.

Otro que contó algo parecido fue Marcelo De Souza, a quien Tito también cobijó bajo sus alas como a tantos otros que llegaban por primera vez a entrenar a Las Acacias. Es que a pesar de su vozarrón y su carácter, Tito siempre tenía un consejo y una palabra de consuelo para los juveniles del club. Pablo Forlán, Jorge Fossati, Diego Aguirre, Obdulio Trasante, Martín García. Fueron muchos los jugadores y técnicos que llegaron al CDS a darles un abrazo a Néstor y Jorge, los hijos de Tito.

Fortaleza.

Recién en sus últimos dos días de vida Goncálvez comenzó a apagarse. Hasta ese momento no paraba de contar sus historias y su voz retumbaba en la habitación de la Asociación Española. Ni de bromear con las enfermeras, muchas de ellas tan jovencitas que no sabían de quién se trataba el paciente y se extrañaban por el constante desfile de gente que se acercaba a interesarse por él. "Es que yo jugué en Peñarol", les explicaba. "Ah, yo soy de Nacional", le dijo una de ellas. A lo que el Tito respondió bromeando: "Yo me cansé de ganarles".

Se van a extrañar sus historias y su vozarrón. El último día, sedado, abrió los ojos y dijo "hola Fernando" al ver a Morena. Tito va a seguir estando en el alma de los manyas.

Tito chico. Uno de los hijos, Jorge Goncalvez
Tito chico. Uno de los hijos, Jorge Goncalvez
Cortejo. Directivos y familiares.
Cortejo. Directivos y familiares.
Despedida. Con la bandera y la camiseta N°5
Despedida. Con la bandera y la camiseta N°5
Despedida. Con la bandera y la camiseta N° 5
Despedida. Con la bandera y la camiseta N° 5
Inauguración del CDS. Tito fue uno de los protagonistas.
Inauguración del CDS. Tito fue uno de los protagonistas.

PEÑAROLS. PÉREZ/E. CASTRO

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