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Además de clásico, una final

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Adrián Luna y Hamilton Pereira. Foto: Archivo El País.

Defensor Sporting viene en racha y a Danubio le cortaron la suya.

Defensor Sporting viene de jugar una final y de ganarla. Para el violeta los partidos de la fecha 11 y 12 eran clave, porque los rivales eran River Plate y Danubio. Al darsenero ya lo enfrentó y lo venció y ahora se viene la franja, el máximo rival, ante el que jugará otra final para seguir con vida.

El violeta estaba sumergido en la tabla, pero con los 11 puntos de los últimos 15 disputados se metió en la pelea del Clausura. Tanto que si gana el sábado en el Franzini y el domingo no lo hace Peñarol en el superclásico uruguayo, quedará a una unidad de la punta.

Inverso es el momento de Danubio, que venía puntero hasta la fecha pasada, cuando perdió la posición de privilegio al caer (1-0) sorpresivamente en casa con Tacuarembó. ¿Cómo pegó eso en el ánimo del plantel? Esa es una de las cuestiones a responder por parte del equipo que dirige Leonardo Ramos.

Defensor.

Fue difícil el comienzo de año para Mauricio Larriera. En las seis primeras fechas tuvo muchos altibajos, que fueron desde el triunfo 6-2 sobre Rentistas a la derrota 5-0 contra Juventud en Las Piedras. Sin embargo, en las últimas cinco jornadas cosechó tres triunfos y dos empates que le catapultaron a los primeros puestos.

Danubio.

Con un equipo muy joven, Ramos se las arregló para llegar a las últimas jornadas del Clausura en la cima. La franja consiguió una racha de siete triunfos consecutivos entre las fechas 4 y 10 que le dieron la ilusión de ganar el segundo torneo del año y llegar a las finales para defender el título. La última derrota lo bajó de la punta, a la que puede acceder nuevamente si gana y no lo hace Peñarol.

Por lo tanto, para Defensor y Danubio este clásico es la misma cosa: una final. Perder será decirle adiós a toda posibilidad.

Los últimos.

Si se toman los últimos cinco clásicos entre Defensor y Danubio, la paridad es total: dos victorias violetas, dos de la franja y un empate. El último enfrentamiento en el Franzini (25 de octubre de 2013) culminó con victoria visitante por 3-1. Por el Apertura, en Jardines, ganó Danubio 2-1.

HAMILTON PEREIRA.

El motor. Marca el ritmo.

Es un volante mixto, con marca, salida y buen juego. Es quien marca el ritmo de juego de Danubio. Si él anda bien, el equipo también.

Personalidad. Crece en las difíciles.

Pereira es de esos jugadores que rinde mejor en los partidos de máxima exigencia. Ante Peñarol fue el mejor de la cancha.

Gol. Tiene un buen remate.

Le pega muy bien a la pelota, tanto en movimiento como quieta. Ejecuta los tiros libres desde cerca del área y lo hace con peligro.

ADRIÁN LUNA.

Goleador. Es uno de los tres.

Defensor Sporting tiene tres artilleros en el Uruguayo: Luna, Lozano y De Arrascaeta (que ya no está) con seis goles cada uno.

Encendido. En racha anotadora.

Luna anotó un gol en cada uno de los últimos dos partidos: frente a El Tanque Sisley (de tiro libre) y a River Plate (anticipo ofensivo).

Lanzador. Los hace y los genera.

No solo convierte los goles. Con su velocidad abre las defensas y ha evolucionado a un jugador más completo para lanzar pases de gol.

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Adrián Luna y Hamilton Pereira. Foto: Archivo El País.

Torneo ClausuraDANIEL ROSA

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