ARGENTINA

Estuvo 8 meses en Argentina y no le fue fácil

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ya atravesó lo mismo que desde ayer empezó a vivir en carne propia la AUF, en ese caso desde el julio de 2016.

Debido a la crisis del fútbol argentino por la muerte de Julio Grondona (presidente durante 30 años) y a los intentos de injerencia del Gobierno Nacional en el fútbol, sumado al pepelón que se vivió en las elecciones a presidente en la AFA, donde inexplicablemente la votación de 75 instituciones terminó 38-38, la FIFA decidió enviar un comité de regularización a Argentina.

En ese momento estaba Luis Segura como presidente interino y había un déficit de más de 10 millones de euros. FIFA amenazó a la AFA con la desafiliación (e incluso con no jugar el Mundial 2018), pero finalmente envió un comité para normalizar su actividad, como ahora pasará con la AUF. Estuvo integrado por Primo Corvaro (enviado de FIFA) y Montserrat Giménez (Conmebol).

Las dos mencionadas personas designaron a otras cuatro, que formaron la denominada Comisión Normalizadora; en el caso de Argentina fueron Armando Pérez (titular de Belgrano y afín a Mauricio Macri), que actuó como presidente; Carolina Cristinziano (abogada interiorizada en asuntos de fútbol), Javier Medín (secretario de Asuntos Legales e Internos de Boca Juniors) y Pablo Toviggino (presidente del Consejo Federal y una de las personas más vinculadas al eje de Claudio Tapia y Moyano).

Pasando en limpio: un presidente de un club de Primera de Argentina fue quien ejerció la presidencia de la Comisión Normalizadora de la AFA.

La comisión atravesó grandes crisis (como la huelga por los derechos de TV y la renuncia de Martino como DT; en ese momento designaron a Edgardo Bauza), pero tras 251 días (poco más de ocho meses), el 30 de marzo de 2017 fue elegido “Chiqui” Tapia como nuevo presidente.