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El acierto de Ahuntchain

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Talento. Tomás Costa viene siendo figura en el equipo. El mediocampista santafesino la rompió en los dos partidos ante Cerro y El Tanque. Foto: Nicolás Pereyra
Archivo El Pais

Al revés que lo que marca la historia, Peñarol juega al ritmo de un 5 de buen pie.

Ni con el estilo de "Tito" Gonçalves, ni de Obdulio ni del "Chueco" Perdomo. Con elegancia, jugando a un toque y haciendo todo sencillo, Tomás Costa se robó los aplausos de los hinchas de Peñarol en estos primeros partidos.

El volante argentino, que llegó al club a principio de año casi como un desconocido de la mano de Juan Ahuntchain y con el aval de Pablo Bengoechea, se transformó rápidamente en el eje de todas las jugadas mirasoles.

Costa fue elegido por el DT como el socio de Nahitan Nández en el doble cinco. Si bien no cumple con los parámetros normales del volante central uruguayo (recio, duro y que vaya permanente al choque), es el jugador que le da equilibrio al equipo. Cada pelota que toca termina en un jugador de amarillo y negro y lo que más llama la atención es que no lo hace con pases que en principio aparentan como simples, sino que asume el compromiso y pone el balón a las espaldas de los rivales.

El aurinegro juega a su ritmo. De él nacen prácticamente todos los avances y ahí está el acierto del "Polilla". Al margen del desgaste físico que hace el propio Nández, Costa aparece rodeado por jugadores de buen pie y que más allá de que colaboran en la parte defensiva, tienen siempre el arco de enfrente en la cabeza.

Luis Aguiar por izquierda y Maximiliano Rodríguez, por derecha, son los encargados de hacer las triangulaciones y quebrar la última línea del equipo rival. Diego Forlán, que ahora juega mucho más cerca del arco contrario pero que por momentos se para como un mediapunta, también le saca provecho. Encuentra jugadores que con vocación ofensiva, y que se mueven constantemente, generan circuitos de juego que en tan solo dos o tres toques pueden terminar en un gol de Peñarol. Los tiros de esquina preparados bajo la batuta de Forlán en los goles de Costa y Aguiar, o el de Murillo luego de una combinación entre el "Canario" y "Maxi", son la prueba de que este Peñarol destraba partidos en cuestión de segundos. Cuando los volantes se juntan, todos elevan su nivel.

Párrafo aparte para Juan Ahuntchain, que puso este nombre sobre la mesa en el período de pases. Cuando en Peñarol pensaban en otras opciones como la de Ruben Olivera, el director deportivo presentó un nombre que nadie tenía en cuenta y que hoy maneja el andamiaje aurinegro. Bengoechea levantó el pulgar para su contratación y Da Silva la aprovecha.

Los volantes de los equipos campeones en el Siglo XXI:

2003: con Aguirre

En ese equipo de la "Fiera", Fabián Cesaro y Nicolás Rotundo estaban en la contención y Gabriel Cedrés y Cristian Rodríguez en la creación. Como opción, estaba Pablo Bengoechea.

2009/10: con Aguirre

Egidio Arévalo Ríos y Sergio Orteman conformaban el doble cinco. Por los costados, y a pura velocidad, jugaban Jonathan Urretaviscaya y Gastón Ramírez.

2012/13: con Da Silva

Marcel Novick y Sebastián Cristóforo hacían el trabajo sucio y Antonio Pacheco y Fabián Estoyanoff se paraban atrás de los delanteros y se encargaban de la generación de juego.

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Talento. Tomás Costa viene siendo figura en el equipo. El mediocampista santafesino la rompió en los dos partidos ante Cerro y El Tanque. Foto: Nicolás Pereyra

PEÑAROLÁNGEL ASTEGGIANTE

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