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Acá reina el mismo descontrol de siempre

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EDWARD PIÑÓN

OJO CRÍTICO

EDWARD PIÑÓN

Siempre hay turbulencia. No hay mes, casi a esta altura ni día del año, en el que el avión del fútbol uruguayo pueda realizar su viaje sin tener los típicos sacudones.

Es como que no sabemos neutralizar los impactos. O que los llamamos. La semana la empezó a sacudir Mario Saralegui con el reparto de frases absolutamente sorprendentes, en las que incluso llegó a invitar a los dirigentes a ser valientes y dirigirse a Los Aromos, para el caso de que fuese verdad que lo querían despedir, sin ignorar las recetas mágicas de vino y cerveza para no sufrir malestares estomacales cuando se viene un clásico.

EDWARD PIÑÓN

Pero al gran Mario lo dejaron atrás las poco comprensibles decisiones de las personas que fueron responsables de la ruptura de la burbuja sanitaria de Peñarol y Nacional tras sus partidos de Libertadores. Los grandes se defienden señalando con el dedo al hombre que dio el OK, pero no hubo nadie en sus filas capaz de leer una frase importante del protocolo “una vez culminados los partidos a disputar en el territorio nacional deberán mantener aislamiento preventivo durante siete días, al culminar el mismo, test PCR”.

Ah, y en la AUF, como son los grandes ni se amagó a hacerlos jugar con otros futbolistas. Claro, ahí venía una turbulencia mayor.

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