El entrenador de Peñarol sostuvo un extenso mano a mano con Ovación, en cuyo marco habló hasta de aspectos relativos a todo el fútbol uruguayo; pero el eje de la conversación no podía ser otro que el clásico. Abierto, directo, con expresiones conceptuales, el “Profesor” sostuvo que “no hay misterio”, y predicó con el ejemplo, al no eludir las referencias a Nacional y a casos puntuales como los de Recoba y Taborda.

Obvio, también Peñarol estuvo en el centro de su análisis: “Llegamos bien, de acuerdo a las posibilidades que tenemos, claro”; y, además, agregó: “Una fortaleza que tenemos es la experiencia necesaria para esta definición de campeonato”.

—¿Cómo llega Peñarol al clásico?

—Están todos bien, no tenemos suspendidos, tenemos la lesión de Bizera, pero como fue al comienzo del campeonato ya sabemos que no contamos más con él. Así que el equipo hoy, digamos que está muy bien: vamos a llegar como queremos, con los jugadores que queríamos llegar.

—Pero...¿llega mejor, peor, o igual que, cuando empezó el Torneo Clausura usted quería que el equipo llegara a este partido?

—Yo quería llegar como estamos. Igual. Uno de antemano no sabe cuál va a ser la tabla de posiciones cuando llegue el clásico, uno sólo tiene un deseo: llegar en el primer puesto y con la mayor ventaja posible; pero… bueno, sin mirar la tabla, mirando sólo el rendimiento y el físico de los jugadores, creo que Peñarol llega muy bien, y es como queríamos llegar a esta definición de campeonato.

—¿En materia de funcionamiento también?

—Sí, creo que llegamos muy bien. De acuerdo a las posibilidades que tenemos, claro.

—¿Qué debe mejorar, o potenciar, Peñarol para el clásico?

—Nosotros basamos mucho el juego en el buen pie de unos cuantos muchachos, y en eso dependemos de que ese día estén inspirados. Tenemos jugadores con características diferentes: Urreta con muchísima velocidad y con buena técnica; Zalayeta y Pacheco también con buena técnica, y con menos físico, obvio, porque están en otro momentos de sus carreras; el Japo es un jugador de mucho despliegue físico y buena técnica también; Aguiar es otro futbolista bien dotado técnicamente…y bueno, esas son nuestras armas, pero es como decía antes: el clásico es ese día, ¿no? Ojalá lleguemos con la agresividad necesaria, bien entendida, ¿no?, agresividad no de golpes, ¿no?, sino de fortaleza mental y física… Ojalá todos lleguen bien. Estamos bien para el clásico. Hay que ver el domingo; pero si fuera hoy, estábamos bárbaro.

—En el trabajo de la semana, ¿hace hincapié en algunos detalles especiales porque se trata de jugar un clásico?

—Sí, sí…es normal, ¿no?; dependiendo de las características del rival. No tenemos claro (el sábado pasado) qué equipo va a jugar (en Nacional), de qué características, ¿no? Por ejemplo, qué jugador va a suplantar a Pereiro; y…bueno, vamos a preparar varios partidos. Dependiendo de qué jugador del rival juegue, es lo que vamos a hacer, principalmente a nivel defensivo.

—¿Lo condiciona en algún aspecto si Recoba entra o no jugando, o si ingresa después, dado que en el último clásico fue muy determinante?

—Sí, claro. Si entra Recoba de titular, o también como cambio, es obvio que hay que tener cuidado; es un jugador de muy buen manejo, que mete muy buenos pases, no puede estar solo, no puede pensar…

—¿Y el caso de Taborda, que da la sensación de que Nacional lo ha venido preparando para jugar puntualmente en el clásico?

—Es diferente, pero también, claro... hay que tener cuidado con los centros si está él. En fin, acá nos conocemos todos en cuanto a las características de cada jugador; pero es todo en lo previo, antes, ¿no? Después hay que ver en la cancha.

—En el aspecto sicológico, ¿trabajó sobre algo en especial, también, porque es un clásico?

—No, igual que siempre. Las líneas de trabajo están dadas desde el 5 de enero y lo que pasa es que uno piensa que esto es responsabilidad y profesionalismo. Todo. Siempre. No hay misterio. No es cuestión de que porque ahora viene un clásico tengo que estar de una forma y el partido siguiente, ah… si ganamos el clásico, podemos aflojar. No, responsabilidad siempre.

—¿Les transmite a los jugadores en charlas individuales sus experiencias personales en los clásicos?

—Cuando me doy cuenta, o si estoy seguro de que algo puede pasar, sí. Individualmente, obvio que uno habla con los futbolistas, y también depende de las características de cada jugador, ¿no? Ya hemos empezado a hablar, porque uno se imagina qué va a pasar ese día, pero… a veces hay gente que vive el clásico antes del partido, y nosotros no queremos que eso suceda. Queremos que los futbolistas jueguen el clásico el domingo de tarde, no que lo jueguen durante los 15 días antes. Hay que estar bien el domingo de tarde. Hoy hay que entrenar, mañana vamos a hacer fútbol, pero el día que hay que estar bien es el domingo de tarde; y para ese día hay que prepararse.

—¿Qué es lo que más debe cuidar Peñarol de Nacional?

—Nosotros vemos al rival, miramos sus virtudes, y nos preocupa todo; y…bueno, trabajamos sobre todas las virtudes que tiene Nacional. Es un buen equipo, por algo ganó el Torneo Apertura, por algo hoy en día ya ganó la Tabla Anual… pero tenemos confianza en nuestros muchachos. Ojalá las virtudes que tiene Nacional se las podamos opacar; y que las virtudes que tiene Peñarol florezcan al máximo el domingo de tarde.

—¿Cuál es el fuerte de Peñarol?

—La experiencia necesaria para este final de campeonato. Yo creo que esa es una fortaleza que tenemos. El grupo es experiente, tiene jugadores que ya pasaron por esta situación anteriormente, y creo que esa es una ventaja: haber vivido antes lo que puede pasar, siempre es bueno, porque uno ya sabe cómo enfrentar la situación que tendrá por delante.

—La mística identificada con Peñarol que tiene usted por lo que fue su trayectoria como jugador, e incidencia en muchos clásicos ¿se transmite? ¿Cree que pesa, que vale?

—Esa es una pregunta más bien para los jugadores, ¿no? A ver qué piensan ellos. Mi forma de ser es la de intentar darles todo lo que yo he vivido, todo lo que planifico sobre el rival… darles todas las herramientas posibles para que después se sientan cómodos adentro de la cancha; hacerles ver, o mostrarles todo lo que hace el rival, y… bueno, a partir de ahí, de todo lo que hace el rival, está lo nuestro, nuestra característica, mi forma de ver el fútbol, lo que me gusta que hagan… y, bueno, eso hay que tratar de llevarlo al mayor tiempo posible, que es lo que no hemos podido hacer todavía.

—¿En qué sentido no pudieron? ¿Por ejemplo?

—Jugar 90 completos a gran nivel; pero… bueno, en muchos momentos hemos jugado muy bien, en otros momentos hemos pasado zozobras, pero lo principal es que el campeonato está en un momento donde nosotros estamos donde queríamos estar y cómo queríamos estar. O sea, llegamos a definir el Torneo Clausura en la primera posición y con la ausencia de Bizera, pero todos los demás chicos están bien.

Para Bengoechea, a Peñarol le falta sostener más tiempo los buenos momentos: "Pasa que nuestros equipos, nunca en la historia jugaron 90 parejos. Una vez sí, pero 5 partidos bien en un campeonato… no, nuestro pasado no nos avala, somos un país con una característica de fútbol, hemos jugado toda la vida dependiendo mucho del rival de turno, tratando de anularlo; y en 90 es muy difícil anular a un rival todas las veces. No somos un fútbol que gana los partidos por el dominio del juego los 90. Entrenamos en canchas peores que las de Europa, por ejemplo; ellos tienen canchas buenas, no sólo para jugar, todos los días… entonces, tienen el hábito de jugar rápido, porque la pelota es rápida. Es como manejar en Europa y acá…allá manejan rápido, acá hay calles donde uno tiene que andar con cuidado. O sea, vivimos donde vimos, y no podemos jugar al fútbol como, por ejemplo, juegan en España".

CLÁSICOJORGE SAVIA