Con el regreso de Edinson Cavani al ataque Celeste, el maestro tiene dos alternativas con distintas características.

Vuelve Edinson Cavani y, más allá de que el propio Tabárez ayer lo señalara como "un jugador muy importante", su retorno en este momento acarrea dos incógnitas: quién va a ser su acompañante y cuál va a ser el planteo de Uruguay para jugar ante Ecuador en los 2.800 metros de altura de Quito: puede hacerlo con dos puntas, o con Cavani solo arriba, y cinco volantes.

En ese sentido, entonces, y ante la falta de competencia oficial de Cristhian Stuani, que terminó lesionado tras el último partido de los celestes contra Colombia en el Centenario y no volvió a tener rodaje en el Sunderland de Inglaterra, donde nunca fue siquiera convocado, no hay misterios: Diego Rolan y Abel Hernández surgen como los potenciales acompañantes.

Seguramente, Rolan y Hernández no constituyen los dos extremos de una duda para el técnico que, como es habitual en estos casos, en el primer entrenamiento formal de cara al partido contra Ecuador ya paró ayer un equipo con vistas al compromiso de mañana: ambos representan las dos puntas de una interrogante, porque seguramente Tabárez ya vino a Guayaquil con la alineación que pondrá en el cabeza y sólo debía confrontarla aquí con la realidad, sobre todo para que le indicara si había o no, jugadores lesionados.

En ese aspecto, pues, no se trata de que el entrenador no haya tomado la decisión de si juega Rolan o Hernández, sino solamente de que no la ha divulgado; y, mientras que esto no ocurra, ambos conforman una alternativa para el maestro, que tiene dos posibilidades, ya que no se trata de atacantes de características similares.

Abel Hernández, por ejemplo, es más fuerte en el juego aéreo, sobre todo porque se eleva más que Rolan, aunque el jugador del Burdeos de Francia es capaz de cabecear en forma precisa, como lo hizo cuando anotó el primer gol en el amistoso que Uruguay le ganó a Chile en noviembre del año pasado en Santiago.

El delantero del Hull City también tiene mayor velocidad que Rolan, y por eso mismo es un punta clásico, mientras que este último puede jugar arriba, pero también como mediapunta, llegando desde atrás..

En lo que respecta a la habilidad, o el manejo de pelota, Rolan es un delantero mejor dotado que Hernández. Tiene un fútbol más cansino, pero muy técnico, y aunque a veces parece hacer la pausa en forma un poco exagerada, cuando sale ,lo hace con buen panorama de cancha.

En lo que respecta a la fortaleza física, podría llegarse a la conclusión de que son parejos, aunque Rolan luce más macizo y Hernández más espigado: el primero es potente protegiendo la pelota con el cuerpo ante el asedio de las marcas rivales y el segundo hace valer ese mismo atributo con su exuberancia física para las carreras largas.

En cuanto a antecedentes, lo más globales favorecen a Rolan, que en la Copa América jugó junto a Cavani ante Jamaica y Argentina, en el partido contra Paraguay lo hizo justo en compañía de Hernández, que para el segundo tiempo fue sustituído por Stuani, y contra Chile volvió a ser titular con Cavani, aunque a los 58 ingresó Hernández y le dio una mayor profundidad a la ofensiva, que se vio abortada por la expulsión del salteño como consecuencia de la provocación de Jara.

En la Eliminatoria, Hernández fue titular en Bolivia, donde gestó el primer gol celeste y anduvo bien, Rolan ingresó y generó la jugada previa al segundo tanto, y ambos metieron un gol en el último cotejo de la Celeste frente a Colombia en el Estadio Centenario.

Rolan o Hernández. Seguro que Tabárez, que ayer paró un equipo con uno de los dos (información aparte), ya lo sabe; pero cada uno de ellos le da una posibilidad diferente para ser "telonero", nada más ni nada menos que en la reaparición de uno de los grandes solistas que tiene "la Celete" actual en el ataque: Edinson Cavani.

Abel tiene buen juego áereo. Se eleva bien, con potencia, es ágil, tiene "timming" para ir a buscar el cabezazo y es alto. También tiene la misma contundencia para definir por abajo, incluso encimado por los defensas rivales.

Es muy rápido, sobre todo cuando le ponen la pelota adelante suyo, con envíos largos, aunque si debe picar con el balón al pie no es ningún negado: es encarador y penetrante. Viene siendo su fuerte en el Hull City, donde es figura.

No es su fuerte, aunque tampoco se trata de un delantero torpe, porque sabe apoyarse para que lo exploten en carrera, donde tiene mayores posibilidades; no es "pescador", pero es oportunista en el área rival.

Es fuerte en carrera, más que aguantar las marcas rivales con el físico, su velocidad y flexibilidad, sobre todo, lo llevan a evitar el rigor del contacto con los marcadores adversarios. Su rodaje en el fútbol europeo lo ha desarrollado.

En el Hull City anda "como bala": jugó 1054 en 14 partidos, de los que fue titular en siete y entró en uno, habiendo anotado 7 goles; en la selección, lleva 44 en un amistoso, 80 en dos partidos de las Eliminatorias, y 99 en tres juegos durante la Copa América 2015.

No es un jugador que se destaque por su altura, tampoco se eleva con potencia, pero es hábil para ganar la posición y, si lo hace, es capaz de cabecear con precisión. Por contrapartida, es buen definidor por abajo, un delantero que no se pone nervioso cuando queda mano a mano con el arquero rival.

No es veloz ni picador, en corto o en largo; es más bien pausado. De contextura física fuerte, es más propenso a desarrollar un juego más lento, aunque por eso mismo contribuye en el armado del juego y puede aparecer desde atrás, porque cuando lo hace, es un jugador que tiene muy buen panorama de cancha.

Rolan es un jugador de muy buenos recursos técnicos, que propone y devuelve paredes, y tiene buen manejo de pelota. Es un delantero clave, sobre todo para moverse y definir en el área adversaria. Lo ha hecho en la propia selección y es una de sus virtudes más salientes en el fútbol francés, donde es figura en el Burdeos.

El ex-delantero violeta no se caracteriza por ir al choque, todo lo contrario, es un jugador inteligente para escaparle al contacto de las marcas rivales, pero protege muy bien la pelota con la solidez de su físico, haciéndose tiempo y espacio para jugarla. Tiene fortaleza, pero la emplea, fundamentalmente, en el juego aéreo.

En el Burdeos, jugó 511, en nueve partidos, de los que fue titular en cinco y entró en cuatro, haciendo un gol; en la selección, lleva 249 en cuatro partidos en amistosos, 118 en dos partidos (titular en uno) en las Eliminatorias, y 328 en cuatro partidos (titular en todos) durante la Copa América pasada.

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