El zaguero volvió a ser determinante; sacó todo por arriba y por abajo.

Fue otra vez el dueño del fondo. Su figura pesó en propios y extraños, arengando y alentando a sus compañeros, y sacando pelotas por arriba o por abajo en un partido durísimo, como hecho a su medida.

La actuación de Diego Godín no hizo más que confirmar su permanente evolución. Hoy por hoy, el zaguero Celeste es uno de los mejores centrales del mundo, y en la calurosa e insoportable Barranquilla, salió adelante como si nada, ante un rival que complicó, que atacó, que buscó por todos lados llegar al gol y a la victoria.

Una vez más, el "Faraón", sacó las castañas del fuego y se puso el equipo al hombro. Los colombianos se rindieron ante él.

Tuvo poco trabajo, pero lo que llegó, lo resolvió adecuadamente. Siempre dio sensación de seguridad. Un arquero maduro, serio, atajador.

Fue importante en el primer tiempo cuando cerró y evitó dos pelotas “con olor” a gol en el área Celeste. Después, cumplió una tarea más que aceptable en el lateral.

Lo dijo el propio Tabarez en una de sus conferencia de prensa en Montevideo: “Coates siempre respondió”. Y volvió a hacerlo en Barraqnuilla.

Estaba haciendo un buen partido, pero una lesión lo sacó del partido antes de finalizar el primer tiempo. Ha sido muy regular en el andarivel izquierdo.

Fue otro de los que más trabajó en el mediocampo de un equipo que fue combativo y solidario. El “Pato” fue de los pilares que tuvo la Celeste.

Fue el mismo Vecino que en Recife, aquel que fue figura para levantar el 0-2 ante Brasil. Aquí, en Barranquilla y ante Colombia, se lo vio en gran nivel.

Hizo un notable partido. Está en el podio de los mejores junto a Godín y el “Cacha”. Potente, aguerrido, incisivo por el andarivel izquierdo del ataque Celeste.

El “Cacha” terminó siendo de los que más rindió. Soportó estoicamente el calor, la humedad, y el fútbol rival. Corrió, marcó, jugó. Una figura clave en el mediocampo.

Esta vez no “mojó”, pero volvió a ser determinante en el avance. Por su entrega, por su permanente acoso a los defensas rivales, por su presencia.

Impresionante. Un Suárez auténtico por su desdoble, por su entrega, por su clase, por esa definición perfecta al segundo palo. Un clase ‘A’. Desnivelante.

“Palito” siempre da la cara por la Celeste. le tocó entrar en el momento que más arreciaba Colombia. Tuvo un quite espectacular. Fue “medio” gol.

Fue importante, no sólo por su aporte con la pelota, sino también “posteando” como lo hizo para peinar esa pelota a Suárez que después terminó en el red. Clave.

Pocos minutos en cancha. De todas formas, fue aire fresco para un equipo que estaba “fundido” por el esfuerzo. Ya es uno más de los “grandes”.

ÁNGEL ASTEGGIANTE

ELIMINATORIASÁNGEL ASTEGGIANTE