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La Celeste contra viento y marea

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Uruguay Chile
Archivo El País

El camino hacia el Mundial de Brasil 2014 estaba complicado. Uruguay, en la undécima fecha, recién había podido meterse dentro de los cuatro primeros en la tabla de la Eliminatoria, pero la venía remando contra la corriente y los malos resultados.

El equipo no aparecía, no lograba afirmarse en la cancha, y la mano no venía bien en aquellos partidos de la clasificatoria entre 2011 y 2012.

Después de igualar con Paraguay en Montevideo (1 a 1) se había dado el paso más importante: meterse en el grupo de arriba junto a las selecciones que estaban sacando pasaje para Brasil.

Pero claro, esa Eliminatoria tuvo más altibajos, porque una fecha después, Uruguay había caído al sexto puesto, y ya ni siquiera alcanzaba la posibilidad de ir al repechaje. Era el duro camino que le tocaba transitar a la Celeste por aquel entonces, un camino tortuoso, lleno de dificultades, y el grupo lo asumía con personalidad, haciendo su mea culpa y juramentando una reacción futbolística para dejar todo y poder llevar a Uruguay al Mundial.

Cuando la clasificación se alejaba, el plantel se reunió y habló con el maestro Tabárez: "quédese tranquilo, lo vamos a sacar adelante. Salimos todos juntos de esto", fueron las palabras de Diego Lugano por aquellos días.

Esa fecha 11 de la pasada Eliminatoria marcó una realidad: que la Celeste llegaba al cuarto puesto, pero tenía dificultades, no solo en lo futbolístico, sino también con el fixture porque aparecían selecciones muy duras en el tramo final. Cuando todo parecía perdido, cuando ya las esperanzas flaqueaban y la afición deportiva pedía cabezas y despotricaba por el grupo de amigos que citaba el maestro Tabárez, surgió la rebeldía, la jerarquía, y la garra Celeste. Se ganó en Venezuela, en Perú, y se venció a la Argentina en Montevideo en la última fecha. Triunfos claves, decisivos para esa reacción, que no solo le permitió a Uruguay llegar al repechaje, sino también al Mundial, porque goleó a Jordania 5-0 de visitante y luego igualó en Montevideo (con fiesta anticipada en las tribunas) 0 a 0.

Después de un largo y tortuoso camino, la Celeste tuvo un final feliz.

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ELIMINATORIASJOSÉ MASTANDREA

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