Fue una noche para haberla soñado: todos los celestes hicieron todo bien y el Centenario terminó convertido en una fiesta que nadie esperaba.
Fue una noche redonda de Uruguay y eso se reflejó en las actuaciones individuales en uno de esos partidos en los que da la impresión de que todos hacen todo bien, cumpliendo cada uno con el papel asignado y más de uno brillando con luz propia.
Diego Godín lideró el triunfo con una actuación que rozó la perfección. Supo brillar tanto en defensa, con cortes providenciales en el inicio, cuando más igualado estuvo el duelo, y también en ataque, demostrando varias veces su poderío aéreo y abriendo el marcador con un gol que dio paso a la fiesta. Fue una noche imperial del "Faraón".
SelecciónJORGE ALDEA