Vuelo con cartel de confirmado

23/06/2015, 09:11

Compartir esta noticia

Las imágenes del viaje de la selección uruguaya a Santiago. Foto: Francisco Flores.

Uruguay llegó a Santiago con tres cambios: entran Godín, Fucile y ‘Cebolla’. Mirá las imágenes del vuelo y del aterrizaje en la capital chilena.

Cuando el vuelo 347 de LAN, procedente de La Serena, llegó puntualmente a las 21:10 al aeropuerto Arturo Mederos Benítez de Santiago, tal como había anunciado el comandante del avión a las 20:30 previo a que el aparato empezara a correr por la pista para iniciar el decolaje, en algún panel imaginario de arribos en la terminal aérea de la capital chilena debe haber aparecido un anuncio que, en lugar de decir —como es habitual en estos casos— "arribado", decía "confirmado".

Es que terminó con la ratificación de lo que había surgido a media tarde en el entrenamiento a puertas cerradas que hizo la selección en el complejo deportivo de Los Llanos: Jorge Fucile será el sustituto de Álvaro Pereira, que se encuentra suspendido y no puede jugar el partido de cuartos de final contra Chile, en tanto Diego Godín vuelve al equipo tras una sanción y, por consecuencia, retoma también el capitanato.

De acuerdo a esto, entonces, la integración del cuadro que voló en el equipaje del maestro Tabárez es, guardada en la "maleta", de un 4-1-4-1 idéntico al que Uruguay utilizó el 18 de noviembre pasado cuando venció a Chile por 2 a 1, de atrás, también en Santiago: Muslera en el arco; "Maxi" Pereira, Giménez, Godín y Fucile en la retaguardia; Arévalo Ríos como tapón por delante de la línea de cuatro; Rolan, Sánchez, "Tata" González y "Cebolla" Rodríguez en la zona media, con el jugador del Burdeos soltándose por la derecha hacia adelante; y Cavani en franca función atacante.

Los celestes bajaron del avión, subieron al ómnibus que los esperaba en la pista y se fueron al Hotel Intercontinental Las Condes de inmediato.

Con ellos, si acaso, se llevaron un par de anécdotas de viaje. Por ejemplo, que en el aeropuerto de La Serena la chicharra del detector de metales sonó al paso de Tabárez, que entonces fue revisado por una funcionaria, mientras el maestro abría los brazos y sonreía de buen talante; y que durante el vuelo, Giménez pasó un rato desde su asiento original en la fila 25 hacia otro de la 3, contiguo a donde viajaba Reggina, su esposa, con Lautaro, el hijito de ambos de seis meses.