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Pocos pero hicieron escándalo

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Jonathan. El delantero de Benfica al momento de su arribo al hotel. Por la mañana jugó con los titulares. Foto: Francisco Flores

Uruguay ya se encuentra en suelo chileno y el maestro metió un amague.

JORGE SAVIA Y FRANCISCO FLORES / ANTOFAGASTA - OVACIÓN EN CHILE

Perdón. A las 20:10 del martes la selección llegó al Hotel Enjoy del Desierto, en Antofagasta y, con sinceridad, un puñadito de hinchas celestes lo obligan a uno a disculparse.

Es que sobre las 19:00, con un solo hincha uruguayo con su esposa chilena— esperando en la puerta de entrada del hotel el arribo de la delegación, no sólo pareció desmedido el despliegue de seguridad que empezó a montarse en el lugar, con la intención de que en cuanto apareciera el ómnibus que debía venir desde el aeropuerto nadie pudiera acercársele; también el anuncio de algunos conserjes del hotel, en el sentido de que el rodado no se detendría en la puerta principal, sino que entraría por el subsuelo.

En una palabra, sonó como una señal para despistar, lo que también lucía desubicado teniendo en cuenta que los que esperaban a los celestes en el lugar eran Federico Buysan, Eduardo Rivas, Diego Jokas y Martín Rodríguez (con sus respectivos camarógrafos), el fotógrafo y el periodista de Ovación, y Daniel Soria, el hincha enfundando en una camiseta celeste, tranquilo, manso, que es del Cordón y hace diez años trabaja de soldador en Antofagasta.

Es más, como en el lobby del hotel no podía estar nadie, Ovación se quedó haciendo "de topo", café tras café en el restaurante, para cuando los celestes entraran al Enjoy trabajar bajo el "camuflaje" de huéspedes del lujoso 5 estrellas; pero hubo un desalojo amable.

En suma, todo parecía desproporcionado. Sin embargo, después que un conserje "amigo" se tapó la boca como cuando Messi y Suárez se hablan adentro de la cancha para despejar todas las dudas y confirmar que no se trataba de una "pantalla", que el ómnibus llegaría por abajo, y ni bien el vehículo detuvo su marcha, hubo que darle la razón a la gente de seguridad.

Descontrol.

Soria se transformó, empezó a gritar "¡maestro, maestro!" como un desaforado cuando descendió Tabárez; y al soldador se le unieron dos o tres hinchas más que aparecieron como de la nada, pero que armaron un terremoto, aunque más no fuera con sus gargantas: "¡Uruguay! ¡Uruguay! ¡Vamoarriba muchachos! ¡Vamo arriba muchachos!

Eran las 20:10. Los integrantes de la delegación bajaron del ómnibus, algunos de ellos fueron hasta la bodega a recoger bolsos con efectos personales y todos marcharon escaleras abajo, en medio de la oscuridad, hacia una planta inferior desde la cual subieron en ascensor hacia un piso desconocido, hasta que el conserje "amigo" se tapó otra vez la boca como Messi y Suárez y, asemejándose a Tabárez cuando responde enojado, susurró: "bbbb…tercero; bbbb…tercero".

En segundos el huracán se calmó; pero tenían razón los de seguridad, al fin y al cabo. Tal vez, los celestes llevaban en secreto la integración del equipo para el debut contra Jamaica, teniendo en cuenta que en el último entrenamiento realizado en la mañana del martes en Montevideo, el maestro había puesto a Jonathan Rodríguez en lugar de Rolan en el ataque. ¿Habrá sido un amague? ¿O será nomás como las corridas de los conserjes del hotel Enjoy hacia el subsuelo empujando los carritos para cargar equipajes y así despistar un poco a todos?

DE LUJO.

Hotel. Los precios.

La tarifa de una habitación doble en el Hotel Enjoy es de 250 dólares diarios.

AUF. No le cuesta.

A la AUF no le cuesta nada, pues la organización se hace cargo de hasta 55 pasajeros.

Suite. Para pocos.

Passarella como DT celeste se alojaba en suites presidenciales. Aquí cuesta US$ 800 la noche.

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Jonathan. El delantero de Benfica al momento de su arribo al hotel. Por la mañana jugó con los titulares. Foto: Francisco Flores

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