Publicidad

Fue la noche inolvidable

Compartir esta noticia
Forlán festeja con el resto de los celestes tras la eliminación de Argentina. Foto: Archivo El País.
JUAN MABROMATA - AFP - AFP

No habrá verdugos argentinos esta noche en La Serena: sin Suárez, Scotti, Forlán, el “Ruso” ni Cáceres.

"Hubo algunas cosas muy parecidas con aquella victoria nuestra en el ‘87. La diferencia fue que Argentina en aquel momento venía de ser campeón del mundo, quería la Copa América, pero creo que ésta la necesitaba muchos más, no la gana desde el ‘93. Y también en aquel momento tenía al mejor del mundo, jugaba Diego (Maradona) y tenía un equipazo. Creo que este Uruguay mantuvo mucho su estilo, el estilo que tuvo aquel equipo.

Defendió bien, marcó bien y aprovechó las chances que tuvo. En el ‘87 pasamos mal, nos metieron en el arco, pero terminamos ganando, jugando al contragolpe. También creo que este equipo tiene mejor juego aéreo que aquel del ‘87… pero hubo muchas similitudes, muchos puntos en común, siempre ganarle a Argentina en su casa es una gran victoria, un gran triunfo", me dijo Enzo Francescoli en el Sheraton de Buenos Aires un días después de la noche inolvidable de Santa Fe, cuando Uruguay eliminó al dueño de casa de la Copa, y lo dejó sin nada, sumido en una crisis que terminó con la renuncia del "Checho" Sergio Batista como entrenador de la selección.

Y Messi, (¡sí Messi!) bajo la cruda crítica de todos, que no le perdonaban la gloria con el Barcelona y las derrotas con la selección.

El clásico del Río de la Plata había tenido una nueva batalla. Y había sido Celeste. Una batalla que encaminaba a Uruguay hacia una nueva consagración, y dejaba por el camino a la Argentina.

El estadio de Colón, más conocido como "El Cementerio de los Elefantes", porque allí casi siempre caen los grandes, había sido testigo de una nueva hazaña.

Pasaron cuatro años, claro, pero el recuerdo permanece imborrable en todos, porque el Uruguay entero festejó el triunfo logrado en la emotiva tanda de penales, con Muslera y Cáceres como héroes de una noche que congelaba el alma pero no el corazón.

Con todo el estadio en contra, con un clima espeso, tenso, dentro y fuera de la cancha, otra vez, un puñado de uruguayos le arruinaba la fiesta al dueño de casa.

No fue un Maracanazo. Eso está claro, pero tuvo un gran impacto en los argentinos que sintieron el golpe como un gancho al mentón.

Esa noche, (¡Vaya casualidad) del 16 de julio de 2011 terminaba la Copa América para los vecinos del Río de la Plata. Ya no iba a ser lo mismo. El campeonato, el clima, la gente, se desentendió, todo por obra y gracia de esta Celeste que hoy vuelve a enfrentar a su rival de todas las horas. En otro contexto, en otras circunstancias, y sin mayores consecuencias, al menos en lo previo, para ninguno de los dos, el clásico se va a jugar en Chile y por el grupo.

Los diarios, seguramente, no van a titular como aquella fría noche de julio "Tragedia en Santa Fe".

Este es otro Uruguay. También es otra Argentina. Hoy no estará Cáceres en el fondo, ni el "Ruso" Pérez en el medio, ni Forlán con su clase ni Suárez con sus goles y todo su potencial... pero va a estar el grupo, ese mismo grupo que sacó adelante el clásico cuatro años atrás.

Enfrente, habrá otro Messi, mucho más jugador, más maduro, y también estará Di María, y el "Pipita" Higuaín, y hasta Tevez, en un regreso esperado por los argentinos a la albiceleste.

Va a ser otro partido. Con una nueva página en la historia de ambos, pero con la misma pasión de cualquier clásico mundial.

"Con garra y Muslera", escribió la prensa internacional tras aquella nueva hazaña Celeste.

Pasaron cuatro años, es cierto, pero la rivalidad permanece.

"Fue una emoción muy grande, me hizo acordar a lo nuestro, a lo que logramos en el 87. Pero cada triunfo se renueva y reconforta", tiró Francescoli en Buenos Aires. ¿No habrá dos sin tres?

A favor de Zaira y contra Diego

La consigna era "molestar" a Diego Forlán. La polémica ruptura con la argentina Zaira Nara fue tema en el clásico del Río de la Plata. Los medios alimentaron la previa de aquella noche del 16 de julio de 2011 y las redes sociales "estallaron" a favor de Zaira y en contra de Diego, obviamente, para incomodarlo antes del duelo frente a los argentinos en el estadio de Colón de Santa Fe. Tribunas colmadas, pancartas, y muchos argentinos con la careta de Zaira Nara en sus rostros. "¡Cornudo!", se leyó en una enorme pancarta ubicada detrás de uno de los arcos, "No pasa Nara", colgaba otra en la tribuna donde unos pocos uruguayos alentaban a la Celeste. Forlán fue el autor de uno de los penales, y tras el pitazo final, sus compañeros corrieron a saludarlo y lo llevaron en andas. Le dieron todo su apoyo.

Muslera a Tevez.

Messi y Burdisso habían anotado los primeros dos penales para Argentina, y Gargano y Scotti para Uruguay. Tevez tomó la pelota, apuntó, Muslera voló y atajó en penal. Fue clave. Aseguró la ventaja.

Cáceres a la red.

La definición por penales estaba igualada 4 a 4 tras el gol de Higuaín. A Uruguay le quedaba el último tiro. Allá fue Martín Cáceres y anotó. Locura. Festejo, clasificación y eliminación al local: 5 a 4.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Forlán festeja con el resto de los celestes tras la eliminación de Argentina. Foto: Archivo El País.

Copa AméricaJOSÉ MASTANDREA

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

UruguayArgentina.Copa América

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad