SELECCIÓN

Uruguay debe cuidar los ataques nipones, pero también tiene que saber explotar las falencias del rival.

La Celeste deberá plasmar su favoritismo ante Japón en cancha y, aunque suene fácil, llevarlo a cabo será complicado. Los asiáticos ya demostraron ante Chile que no son un rival sencillo y aunque el 0-4 ante La Roja diga lo contrario, en campo se vio algo distinto a lo que reflejó la pantalla gigante del Morumbí.

Los Samurais Blue tienen muchas facetas interesantes que pueden complicar a Uruguay en el duelo de mañana en el Arena do Gremio de Porto Alegre.

Eso sí, la Celeste también tiene fortalezas que puede usar a su favor para imponerse ante Japón y así sellar la clasificación a los cuartos de final.

Una de las principales falencias que mostró Japón fue que iba muy bien al ataque, pero volvía muy mal en el retroceso. El espacio que quedó entre el volante más retrasado y los dos zagueros le permitió a Arturo Vidal moverse con libertad. ¿Podrá Uruguay encontrar un jugador que haga de las suyas?

Japón demostró que se transforma en dos equipos distintos con y sin pelota. Cuando la tienen son muy peligrosos, pero cuando la posee el rival le cuesta mucho recuperarla y la forma de intentar hacerse con ella suele ser un poco brusca. De hecho, ante Chile hubo un par de jugadores que estuvieron cerca de ver la roja directa.

No todas las selecciones asiáticas sufren en este aspecto, pero Japón es una de ellas. La estatura del plantel nipón no es mucha y eso lleva a que los rivales saquen ventaja por arriba. Precisamente un equipo como el uruguayo que tiene el juego aéreo como fuerte, deberá aprovecharlo al máximo.

Así como Japón complica mucho presionando a sus rivales, la defensa nipona suele tener muchas falencias para salir jugando desde el fondo y lo intenta siempre. En el duelo ante Chile, el arquero se equivocó en un par de ocasiones, se apuró y la selección trasandina estuvo cerca de aprovechar los errores de la defensa: el sector más flojo.

Más allá de lo que pueda hacer Uruguay, también está entre las claves evitar lo que puede hacer el rival. Japón tiene mucha velocidad y tanto Diego Laxalt como Martín Cáceres deberán estar atentos en esa faceta ante jugadores como Kubo y Maeda que, ante Chile, fueron muy peligrosos.