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Así juega Japón: falencias y virtudes del próximo rival de Uruguay

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El japonés Takefusa Kubo encara con el balón ante la marca del chileno Gary Medel. Foto: Reuters
UESLEI MARCELINO

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Los nipones se enfrentaron a Chile por la primera fecha de la Copa América y dejaron detalles interesantes para analizar a los que la Celeste tendrá que tenerlos en cuenta.

Si alguien en la noche del lunes agarraba el celular para saber cómo quedó en la penca y se encontró con que Chile goleó 4-0 se puede imaginar que los trasandinos ganaron fácil y que Japón realmente vino de paseo a Brasil, pero no es así.

Es cierto que la diferencia en el marcador fue amplia, pero en juego los nipones demostraron cosas buenas y es que si hubo una constante en el partido fueron las buenas intenciones de Japón y la poca ejecución.

De hecho, los dirigidos por Hajime Moriyasu tuvieron a maltraer a los chilenos en varios trámites del encuentro, sobre todo en el primer tiempo y cuando el resultado todavía estaba cerrado.

En los papeles y en esa supuesta formación que se presenta previo a cada juego, Japón se iba a parar con un 3-4-3 pero a la hora de saltar al campo esa idea varió un poco. Los nipones se pararon con un, peligroso para ellos y también para el rival, 4-3-3 con dos laterales que no tuvieron tanta subida, pero dos punteros que iban hasta el fondo y ayudaban en defensa cuando era necesario.

Daizen Maeda, uno de los más interesantes en Japón, ante la marca de Erick Pulgar. Foto: Reuters.
Daizen Maeda, uno de los más interesantes en Japón, ante la marca de Erick Pulgar. Foto: Reuters.

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Osako en el arco; una línea de 4 en el fondo formada por Hara, Ueda, Tomiyasu y Sugioka; tres volantes que iban mucho al ataque pero a los que les costaba volver como Shibasaki, Nakayama y Nakajima y arriba un veloz tridente conformado por Maeda, Ayase Ueda y Kubo.

Si algo sobraba en el equipo nipón era velocidad y eso es lo que más sufrió Chile y lo que puede complicar a Uruguay. No sería extraño imaginar una posible inclusión de Giovanni González por el lateral derecho para darle más velocidad a esa banda, teniendo en cuenta que con Laxalt ese aspecto está resuelto por izquierda.

Precisamente la izquierda, con Maeda, fue la banda que más buscó Japón lo que llevó a que Takefusa Kubo, el Messi japonés, no entrara tanto en acción y cuando lo hizo fue porque se cruzó de banda. A Kubo no se le hizo fácil el debut como era esperable y los rivales chilenos no lo ayudaron mucho y en los primeros minutos le hicieron sentir el rigor del fútbol sudamericano.

Otra de las virtudes demostradas por la selección japonesa es la presión. Sobre todo en la primera parte, se podía observar en la transmisión televisiva que los cuatro defensores y el volante más retrasado de Chile eran siempre apretados por seis jugadores repartidos en los tres volantes y los tres delanteros nipones.

El habilidoso y peligroso Shoya Nakajima, seguido de cerca por tres rivales chilenos. Foto: Reuters.
El habilidoso y peligroso Shoya Nakajima, seguido de cerca por tres rivales chilenos. Foto: Reuters.

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Claro está que esto también habilitó a que Japón dejara demasiados espacios en el mediocampo lo que Chile comenzó a aprovechar con el paso de los minutos y aunque le costó, los dirigidos por Reinaldo Rueda pudieron abrir el marcador y ganar en tranquilidad.

De todas maneras, la tranquilidad solo estuvo en el resultado porque poco aplacó a Japón haber recibido un gol. De hecho en la jugada siguiente, Ueda tuvo una chance inmejorable pero entre la falta de experiencia (20 años) y la buena acción del arquero Gabriel Arias que le achicó el ángulo de tiro, el mano a mano se convirtió en saque de arco trasandino.

Y de este último detalle surgen dos nuevas cuestiones referidas al elenco japonés. Por un lado la insistencia y por el otro la falta de puntería. Es que Japón empatando 0-0 y cayendo 0-4 jugó a lo mismo. Presionó, apostó a la velocidad y no bajó los brazos en busca de, al menos, un gol y lo cierto es que por el trámite y lo demostrado habría merecido convertir uno.

¿Cuál es el motivo de que no lo haya hecho? La mala puntería. Fueron varios los que probaron y por distintas vías, pero el gol no apareció por ningún lado y eso que Japón tuvo chances y en una buena cantidad. La estadística refleja que Chile remató 15 veces y los nipones solo tuvieron dos menos (13), pero la gran diferencia radica en que los trasandinos dirigieron 7 de ellos al arco y los jugadores de Japón solo 3.

Los jugadores de Japón luego de la derrota por 4-0 frente a Chile. Foto: AFP
Los jugadores de Japón luego de la derrota por 4-0 frente a Chile. Foto: AFP

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¿Qué conclusión puede quedar para Uruguay? Lo principal es que la Celeste se enfrentará el próximo jueves a una selección muy rápida, que presiona y que juega mucho por las bandas, aunque tiene ciertas falencias en la defensa, deja espacios entre el mediocampo y la zaga y debe mejorar mucho la puntería.

Detalles que deben ser tenidos en cuenta por el plantel de Tabárez para poder lastimar y no ser lastimado ante una selección nipona que buscará su primer triunfo en este certamen en cinco juegos disputados.

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