La presente temporada nació mal para Biguá, que vivió situaciones que llevaba décadas sin probar.
Al comienzo del ciclo 2014/2015, una votación de socios zanjó una discusión que le causó heridas al equipo, sobre el lugar que debía ocupar el básquetbol dentro de un club que no para de crecer a nivel social.
Muchos jugadores dejaron la institución en busca de nuevas motivaciones que los problemas internos no les permitían lograr en el club donde se criaron y otros refuerzos que se esperaban, como el arribo de Mauricio "Pica" Aguiar, no se concretaron.
Los resultados no llegaban y la fase de clasificación fue un suplicio para el equipo. Un récord de nueve derrotas y solo tres victorias lo depositaron, por primera vez en su historia y en la modalidad de Liga Uruguaya, a jugar el Reclasificatorio.
Entre medio cayeron dos técnicos: Marcelo Capalbo y Esteban Yaquinta, que no lograron cambiar las cosas. Para sus últimos y decisivos partidos llegó Edgardo Kogan. Más sufrimiento vivieron en la zona del descenso, con partidos muy duros frente a equipos experimentados en dichas instancias y el fantasma de bajar al Metro.
Biguá, el tres veces campeón del Federal, dos de Liga Uruguaya y dos Sudamericanos, sacó lo mejor de sí para permanecer en el lugar en el que está desde hace 31 años: la Primera División.
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