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Sayago juega con ventaja: tendrá a dos extranjeros

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Shelman
Archivo El Pais

Metro. Shelman y Robinson, los foráneos.

Hasta el año pasado, Terrence Shelman jugaba como extranjero en Sayago. Para esta temporada se nacionalizó y dejó la plaza libre para otro foráneo. El cambio es sustancial, sobre todo para el Torneo Metropolitano, en el que Sayago aspira a llegar alto.

Para ocupar esa plaza, el club estaba interesado en los servicios de Cedric McGowan, pero el jugador está teniendo una destacada participación en el básquetbol argentino y aún no puede viajar a Uruguay.

Debido a ello contrataron a Sylbrin Robinson, un extranjero que ya jugó en el club y del que tienen buenos recuerdos.

En el básquetbol uruguayo hay pocos jugadores altos, y mucho más en el campeonato Metropolitano, donde generalmente se apuesta a jóvenes promesas o a jugadores experientes para acompañar a los extranjeros en la zona pintada.

Entonces, esta ventaja que obtiene Sayago al jugar con Shelman como ficha nacional, le permite tener dos internos posiblemente de mayor calidad para afrontar el torneo.

Por si fuera poco, el extranjero nacionalizado ya ha demostrado en la Liga que puede jugar en prácticamente todos los puestos, y su compromiso con la causa (pese a que varias veces ha sido expulsado), es notorio.

Su polifuncionalidad le permite al equipo de Ariel y la vía tener más variantes en el juego ofensivo y un defensa de calidad en cancha.

La sociedad Robinson-Shelman puede ser determinante y demoledora para los otros equipos. Si Sayago logra insertar de buena forma al nuevo extranjero, probablemente esté más cerca de su objetivo: la vuelta a la Liga, en la que se mantuvo durante 10 temporadas, entre 2005 y 2014.

Otra de las ventajas que puede explotar el equipo del "Gato" Perdomo es el conocimiento que tienen sus jugadores entre ellos. Años jugando juntos, peleando descensos, defendiéndose uno al otro, lo han fortalecido de cara a este campeonato.

Los hermanos Gallo, Leonardo De Pena, Gerardo Fernández y el propio Terrence Shelman; todos son jugadores que ya se conocen.

Y en un equipo que tiene los objetivos muy claros como éste, conocer a los compañeros puede ser arma mortal.

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